Lima es una ciudad que, históricamente, ha sido afectada por la contaminación ambiental. Un factor incidente es el tipo de combustible que emplean los vehículos. Sobre ello, Luis Antonio Ibañez, Asesor en Gestión de Calidad del Aire y Emisiones del Ministerio del Ambiente, mencionó que de acuerdo a los últimos cálculos de índice de nocividad de combustibles entre los menos dañinos se encuentra el gas natural, el cual emite una menor cantidad de contaminantes. Por su parte, el diésel es uno de los combustibles de uso automotor que desprende mayor cantidad de partículas contaminantes.
El funcionario asegura que una razón por la que el distrito de Ate es uno de los más contaminados es porque se encuentra cercano a la carretera central. Cabe destacar que. esa zona es concurrida por el transporte de carga y más del 98% de dichos vehículos utilizan el combustible diésel. En consecuencia, existe una porción considerable del material particulado de 2.5 micras, el cual puede inclusive ingresar hasta los alvéolos pulmonares, generando problemas respiratorio crónicos. No obstante, la exposición debe de ser de manera sostenida.
El informe del Ministerio del Ambiente apunta una alarmante realidad a causa de la emisión de contaminantes vehiculares. Al respecto, Anderson Huayna, jefe de la Divisón de Calidad del Aire y Evaluaciones Ambientales de la Municipalidad de Lima, detalló que los mayores valores de concentración para el material particulado fino 2.5 en Lima y Callao, se presentan en la zona de Lima Este: Ate, Huachipa, San Juan de Lurigancho y Santa Anita, en orden de mayor a menor contaminado. Es decir, el distrito de Ate es uno de los que posee una mayor complejidad con respecto a la calidad del aire por el parque automotor.
Aspectos para comprender el fenómeno de la contaminación ambiental
Se denomina material particulado a una mezcla de partículas líquidas y sólidas, de sustancias orgánicas e inorgánicas, que se encuentran en suspensión en la atmósfera y que provienen en su mayoría del uso de combustibles fósiles. Estas, contribuyen a la contaminación del aire.
Se debe tener en consideración que existen dos tipos de partículas: gruesas (PM10) y finas (PM2.5), siendo su principal fuente de generación la combustión interna de los vehículos. El PM10 y PM2.5 son aquellas partículas que flotan en el aire y, al ingresar al sistema respiratorio o sanguíneo, generan daños en el cuerpo tras una larga exposición. Estos, son tan pequeños, que los mecanismos de protección del cuerpo no pueden bloquear su ingreso. Por consiguiente, pueden llegar a los alvéolos pulmonares, causando problemas respiratorios. A diferencia de los gases contaminantes, estos constituyen cualquier partícula en el aire menor a 10 micras o 2.5 micras, respectivamente. Ello, incluye al polvo, residuos metálicos, cenizas; generados principalmente por la combustión interna de los motores de los automóviles y las actividades productivas e industriales.
Por su parte, el Diagnóstico de Calidad de Aire para Lima y Callao, elaborado por el Ministerio del Ambiente en el 2019, menciona que, (en ambas ciudades) Lima y Callao la principal fuente de material particulado fino 2.5 pertenece al parque automotor, en un 58% del total. Asimismo, los ómnibus representan el 42 % del total de las emisiones de PM2,5 de los vehículos, siendo esta la categoría que más PM2,5 emite. El transporte público que circulaba por la carretera central antes de los desvíos realizados por la construcción de la Línea 2, era de 21 empresas de transporte público que representan 1375 vehículos pertenecientes a Lima y Callao.
La incidencia del parque automotor en la contaminación ambiental
Esta problemática surge en gran medida, a causa de los vehículos que circulan en la ciudad. Frente a ello, Giuliana Becerra Celis, exdirectora general de Calidad Ambiental del Ministerio del Ambiente, advirtió que la antigüedad promedio del parque automotor en Lima es de 12 a 13 años, pero que el grueso de los vehículos con los mayores aportes a la contaminación provienen de los que poseen más de 15 años. En el caso de los buses, los de mayor antigüedad concentran la parte más representativa de la contaminación.
De igual modo, la exfuncionaria aseveró que el combustible presenta una serie de elementos que enfatizan su nivel de contaminación. Dentro de estos, se destaca el contenido de azufre, debido a que cuando los combustibles son quemados, el azufre se libera como dióxido de azufre (SO2). En nuestro país, tanto el diésel como la gasolina han mejorado sus niveles de azufre facilitando así la introducción de tecnologías vehiculares más limpias. Bajando los niveles de azufre y aplicando normas de emisión más estrictas se pueden generar cambios positivos en la calidad del aire. Sumado a ello, el uso del gas natural vehicular, que es más limpio en comparación a los otros combustibles, genera menor cantidad de gases contaminantes y permite contar con un parque automotor más limpio.
Pese a ello, Ibañez resalta que en el distrito de Ate se ha identificado que los registros de PM 2.5 suelen ser más altos que en otras zonas de la ciudad, pero que la dinámica del aire es tan cambiante que se han visto escenarios donde este elemento puede variar. Se puede afirmar que el aporte a la contaminación del aire provoca mayores daños en la zona noreste de la ciudad, puesto que en Lima el viento usualmente se comporta de mar a continente. Ello, propicia que los contaminantes en el parque industrial y zonas saturadas, sean transportadas por el aire hacia los parámetros de las demarcaciones del noreste de la urbe.
Mejoras para la calidad del aire en los distritos más perjudicados
Se han tomado medidas para mejorar la calidad del aire. El combustible a diésel, que es el más utilizado, ha mejorado su calidad. Cabe señalar que, en los países de Sudamérica poseen un exceso de azufre. Sin embargo, se han realizado avances tecnológicos que han permitido reducir los daños. Los estándares de emisión Euro buscan limitar las emisiones tóxicas de un vehículo con la esperanza de obtener un aire más limpio y respirable.
Al día de hoy, predomina la tecnología Euro 4 y se espera que, con una hoja de ruta hacia combustibles de ultra bajo azufre (menos de 10 ppm), se pueda llegar a utilizar tecnologías vehiculares más eficientes como Euro 5 y Euro 6. En el caso de esta última, se utiliza en el continente europeo, debido a que prácticamente no aporta partículas contaminantes en el combustible diésel.
Finalmente, Ibañez ha precisado que en el transporte público nacional existe una cantidad considerable de vehículos que oscilan entre 25 a 30 años. Estos, aportan mayor contaminación porque su tecnología no es capaz de igualarse a la vigente. Los avances que se han generado son importantes, sin embargo, todavía hay un largo trabajo por recorrer para que la situación pueda mejorar de forma notoria. Sobre todo en Ate como en las zonas que se encuentran al noreste de la capital, las cuales son más proclives a tener condiciones de vulnerabilidad en la calidad del aire.
Investigación realizada por Diego Heysen