Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) publicó el último informe técnico sobre producción nacional. Durante mayo, se registró un incremento interanual de 2.28%, cifra positiva, pero menor al 3.69% registrado durante el mes pasado.
Con esto, desde enero del 2022 (con un 4.88%), la producción nacional ha presentado una tendencia contractiva. Asimismo, sectores productivos como minería e hidrocarburos, financiero y seguros, y pesca son actividades que presentaron variaciones negativas e influenciaron la producción nacional a la baja.
Producción nacional minera: preocupaciones y alternativas
Producto de los conflictos sociales y problemas con comunidades en materia medio ambiental, el índice del sector minero e hidrocarburos registró una caída de 6.62%. Si se divide las cifras por subsectores, la actividad minera metálica fue la que aportó, considerablemente, al decrecimiento del sector, registrando una disminución del 10.69%.
No obstante, los productos no tradicionales de este sector contribuyeron a amortiguar la caída de la actividad minera metálica. El subsector de hidrocarburos presentó un incremento de 20.33% por mayores volúmenes de explotación de gas natural, petróleo y sus derivados. Del mismo modo, productos metalmecánicos, siderometalúrgicos y mineros no metálicos contribuyeron al aumento de las exportaciones no tradicionales y la demanda externa.
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Sector agropecuario: producción nacional bajo la tormenta
Las cifras del sector pueden confundir a muchos, puesto que se registró un incremento de 7.41%, explicado por el subsector agrícola (incremento de 9.76%). Favorables condiciones climáticas en zonas costeras y selváticas impulsaron esa mayor producción registrada. No obstante, esto representa a las cosechas de la campaña agrícola 2021-2022, la cual no se vio, considerablemente, impactada por alzas en precios de fertilizantes.
La campaña agrícola 2022-2023 está cada vez más cerca y la tendencia alcista de los insumos claves para la producción genera preocupación a los agricultores. Asimismo, la incertidumbre vigente en los precios de fertilizantes y combustibles genera que los agricultores se manifiesten en un paro nacional indefinido.
Ante esto, se decretó la ampliación del estado de emergencia al sector agrícola, con la finalidad de mitigar la situación de vulnerabilidad que presentan los pequeños productores agrarios, y asegurar la seguridad alimentaria de la población.
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Alojamiento y restaurantes en observación
Este sector fue de los que mayores incrementos registró para el mes de mayo. Con un 42.38%, se evidenció mayor dinamismo de sus subsectores ante aligeramiento de restricciones sanitarias y limitaciones de aforo, así como crecimiento del servicio delivery.
Recientemente, para continuar con la reactivación económica de este sector, el Congreso de la República anunció proyectos de ley que reduzcan, temporalmente, el Impuesto General a las Ventas (IGV) de 18% a 8% a las actividades de restaurantes y alojamientos.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) se manifestó en contra de este proyecto de ley en su cuenta oficial de Twitter. En su publicación, resaltaron que esta tasa reducida distorsionaría y complicaría el sistema tributario, a la vez que proporcionaría incentivos a la facturación falsa.
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Construcción registra incrementos, aunque ligeros
Este sector sigue presentando cifras de crecimiento positivas, pero próximas a cero. En mayo registró 0.24%, explicado, principalmente, por el desempeño positivo del consumo de cemento (1.68% en mayo), que continúa con trayectoria ascendente desde febrero.
Esto se vio influenciado por el mayor desarrollo de obras privadas, así como la ejecución de proyectos industriales en sectores minero, manufacturero, hidrocarburos y eléctrico. No obstante, una caída de 5.26% en la inversión pública en construcción, debido a menores obras ejecutadas por el Gobierno Nacional, opacó el desempeño del sector privado.