Durante los últimos meses se ha dado una evidente recuperación del mercado laboral, aumentando la población ocupada en Lima Metropolitana, pero, a la par, incrementó la informalidad. Asimismo, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el empleo en Lima es un 16.2 % mayor que en el 2020, representando 670,100 más empleados.
Si bien el mercado laboral ha mejorado a comparación del 2020, el Instituto Peruano de Economía (IPE) señala que el empleo en el Perú tiene serios problemas, como son la salida de la vida laboral y la informalidad.
Problema crónico del Perú: Informalidad
Durante la pandemia se destruyeron muchos empleos formales, debido al recorte de personal y la falta de adaptabilidad de ciertas empresas hacia el trabajo remoto. No obstante, ya en 2019 el país poseía un índice del 71.6% de trabajo informal, según el INEI.
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Por ello, el trabajo informal no es un problema propio de la pandemia, sino del Perú y la manera que funciona su mercado laboral. En otras palabras, el mercado laboral informal a veces resulta más atractivo, sea por el no pago de impuestos o las exigencias académicas a ciertos trabajos.
Adicionalmente, en el presente año se estima que el 75% de los nuevos trabajadores, que accedieron durante los últimos 6 meses, son informales, según el IPE.
¿Falta de empleo?
Según el IPE, parte de la informalidad nace en la dificultad de la población económicamente activa en encontrar empleo. Según dicho instituto, la taza de desempleo ha aumentado en 4.8% más con relación a los años de pre-pandemia.
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Adicionalmente, de haber más gente en busca de trabajo, también se demoran más en encontrarlo. El tiempo de promedio de búsqueda de trabajo es de 3,2 semanas actualmente, a comparación de las 2,4 semanas del 2019.
Otro factor es la competencia, sobre todo en los empleos que exigen la educación superior. Por ello, si bien el sector no cualificado se vio muy afectado al comienzo de la pandemia, ya se encuentra en sus niveles normales. Caso contrario sucede en los trabajos que exigen formación superior, encontrándose en un 14.2% de la población económicamente activa.