El último estudio de Numbeo arrojó resultados preocupantes para el Perú. A nivel mundial nos encontramos en el puesto 77 de 83 países en el ranking de calidad de vida y en el último puesto en América. El estudio toma en cuenta factores como poder adquisitivo, costo de vida, sanidad, seguridad, tráfico, clima, entre otros.
¿A qué se deben tan malos indicadores? Vamos a analizar algunos.
Sobre el poder adquisitivo y el costo de vida
En primer lugar, hay que tomar en cuenta todos los factores que intervienen en el poder adquisitivo doméstico y su capacidad de acceso a bienes y servicios, en comparación al salario medio de cada ciudad del país.
Debido a la crisis económica y sanitaria, muchos hogares del Perú resultaron afectados en cuanto a ingresos, las tasas de desempleo crecieron y la PEA ocupada disminuyó. Poco a poco se está recuperando el ritmo pre-pandemia. Según el último reporte del INEI, a marzo del 2021 el ingreso promedio mensual por trabajo del área urbana del país se ubicó en 1300 soles, disminuyendo un 19% en comparación al año pasado.
Así como el tipo de cambio impacta directamente en el precio de la canasta básica, también lo hace en la economía en general. El salario mínimo no ha sido modificado desde el 2018 y los precios han ido subiendo aún más con la crisis económica y la incertidumbre política.
Según el portal web Expatistan, las ciudades con mayor costo de vida en el Perú son, en ese orden: Lima, Sullana y Cusco. Cabe precisar que el ranking se basa en el índice de precios al consumidor a nivel nacional que, según el INEI, hasta junio del presente año subió en un 0.53% con respecto al mes anterior.
Es así que, en conclusión, con el alza de precios y la disminución del ingreso mensual promedio, el costo de vida en el país se dificulta aún más. Se espera que la proyección económica alcance lo indicado por el Banco Mundial – un crecimiento del 10,3% – de la mano de la inversión, el impulso del consumo privado y una aceleración en la inversión pública.
Relación precio/ingresos para inmuebles
Durante el primer trimestre del año, los precios de viviendas de ingreso medio han ido encareciendo, según datos del BCR. Por cuarto mes consecutivo, las cifras promedio referenciales del metro cuadrado para comprar una vivienda son negativas. Según el portal web Properati, para mayo de este año el precio promedio se ubicó en USD 1.624.
Las tasas de interés para créditos hipotecarios en la banca se ubicaron en 5.92% a mayo del 2021, según información de la SBS. Así mismo, el subgerente comercial de Urbania Perú, Humberto Marín, señaló que «la demanda de viviendas se mantendrá activa gracias, principalmente, a la denominada Lima Moderna, donde se encuentran distritos de clase media como Jesús María, San Miguel, Magdalena, Pueblo Libre, Surquillo y Lince».
Los sectores urbanos de Lima siguen equiparando en mayor número la demanda de viviendas, mientras que los sectores con menos recursos del país, en su mayoría, recurren a créditos financiados.
Tráfico y contaminación
El tránsito vehicular es también un factor que impacta en la calidad de vida de la población, su quehacer diario y seguridad. En el índice se cuenta tanto el tiempo de desplazamiento al trabajo como la valoración de la insatisfacción con el tiempo consumido, estimación de las emisiones de CO2 en el tráfico e ineficiencias del sistema de tráfico.
No es sorpresa afirmar que una de las improntas del Perú es, sin duda, su tráfico. Lima es una ciudad súmemente caótica que no ha sabido atenuar su tránsito vehicular. Según el último reporte del Traffic Index 2020, Lima es la segunda ciudad de América con mayor tráfico y dificultades para desplazarse.
El clima se encuentra también en los indicadores de calidad de vida. El alto índice de circulación vehicular trae mayor emisiones de CO2, por lo que su combinación con el clima limeño suele ser perjudicial.
En el último reporte mundial sobre calidad del aire realizado por IQAir (2020), el Perú se encuentra en los últimos lugares de la región. Además, nuestro país ocupa el último lugar en el Índice de Ciudades Verdes de América Latina, solo cinco distritos de ingresos altos cuentan con nueve metros cuadrados de espacio verde por habitante recomendado por la OMS, las zonas con menos recursos van a su suerte.
Cabe indicar que la contaminación del aire aumenta la mortalidad del covid-19, según el último estudio de la OMS, exactamente un 15% más.
Estos son algunos de los indicadores que deberían ocupar un rol de conciencia en la ciudadanía y nuestras autoridades. Nos encontramos ad portas de cumplir 200 años de vida republicana y todos estos problemas deben ser tomados con la seriedad y profesionalismo que se merecen.