Tras 24 horas de incertidumbre, el economista Pedro Francke asumió el cargo de ministro en el despacho de Economía y Finanzas. ¿Qué medidas económicas adoptará? Aquí algunas de ellas.
Francke, quien además trabajó en el BCRP y en el Banco Mundial, fue asesor en materia económica de Pedro Castillo durante la segunda vuelta electoral. En esta labor, se encargó de aclarar ciertos puntos que, debido al discurso extremista esgrimido por Castillo, aumentaron la desconfianza en el ahora electo presidente. Adicionalmente, integró el equipo creador del «Plan Bicentenario», documento que contiene las políticas nacionales de desarrollo de nuestro país para los próximos diez años.
Una «economía popular de mercado» y justicia fiscal
Pedro Francke propugna un modelo de «Economía popular de mercado». Cuando, en una entrevista, le consultaron por la propuesta de Pedro Castillo acerca de designar un mayor porcentaje del PBI anual a educación, él respondió: «Lo que se propone es cobrar las deudas tributarias a los grandes deudores que no pagan sus impuestos. Eso incluye cobrar un nuevo impuesto para poder recuperar el valor de nuestras riquezas naturales y fortalecer nuestro capital humano en educación y salud».
El economista hace hincapié en aumentar progresivamente la recaudación tributaria, acabar con la evasión de impuestos, una práctica frecuente entre las grandes empresas que hay en el país, y hacer que el valor de la riqueza natural del Perú sea para los peruanos.
Francke asegura que «las grandes empresas mineras gozan de sobreganancias, por eso la presión tributaria debe incrementarse en ese sector». Además, enfatiza en el problema de las exoneraciones tributarias y beneficios a grandes bancos, aseguradoras o agroexportadoras. Para él, esto es consecuencia de la convenida legislación de congresistas que, año tras año, aprovechan su puesto en el Estado para beneficiarse mediante leyes.
Asimismo, indicó que el Perú posee tasas de informalidad sumamente altas, un precario organismo de protección social y uno de los peores sistemas sanitarios públicos. Estos son problemas que se deben atender en este país que posee un gran potencial a nivel de riquezas y recursos naturales.
Inversión privada y estabilidad monetaria
Francke asegura que no se confiscarán ahorros y se incentivará la inversión privada en general. Se centrará en sectores específicos de la industria nacional que no han gozado del nivel de recuperación económica en comparación a los demás.
«Ahora, nuestra prioridad es el empleo. Está llegando mucha importación extranjera que afecta sustancialmente a la industria nacional y a las mypes impidiéndonos generar empleo», aseguró el economista.
Además de asegurar que no habrá estatizaciones ni expropiaciones, Francke reafirmó su confianza en mantener a Julio Velarde a cargo del mando del BCR, a fin de asegurar el control de los índices inflacionarios y la estabilidad monetaria.
La Segunda Reforma Agraria
La propuesta de una nueva reforma agraria de Francke dista, en esencia, de la medida velasquista. Esta segunda reforma se centraría en la «dignificación del campesino», según afirmó Pedro Castillo. Entre mejoras en las rutas para transportar cosechas, aumento de créditos para los trabajadores y tecnificación agraria, el ministro de Economía augura un mayor aprovechamiento del sector agrario.
«Tenemos grandes oportunidades en el Perú, pero no podemos avanzar en la productividad agropecuaria si no hacemos irrigaciones pequeñas y grandes, así como también un esfuerzo en la tecnificación del río» explicó el economista.
Además, destaca la importancia de descentralizar el Ministerio de Economía y Finanzas. «La esencia de la descentralización fiscal es brindarle más flexibilidad y recursos a los gobiernos regionales y locales, incluso a las comunidades. Estas deben tener su propio presupuesto para poder ejecutar sus obras con una mejor fiscalización ciudadana para evitar corrupción» concluyó Francke.
Si bien la expectativa se mantiene, la designación de Francke en el MEF disipa ciertas dudas en la ciudadanía en cuanto al manejo económico del país. Veremos si finalmente su pertenencia a un gabinete arisco y cuestionado, como el del premier Bellido, no condiciona su labor ministerial.