Las iniciativas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son ya una de las principales prioridades de las empresas, al mismo nivel que la evolución o el ajuste de sus modelos de negocio.
La sostenibilidad y el impacto medioambiental se han convertido en prioridades para los altos directivos de todo el mundo y muchos empiezan a situar el cambio sostenible como un aspecto clave dentro de sus empresas.
¿Sostenibilidad o hipocresía sostenible?
Esta es la principal conclusión de una encuesta entre casi 1.500 ejecutivos de 16 países (incluido España) realizada por The Harris Poll para Google Cloud. Según este trabajo, el gasto en sostenibilidad supone cerca del 10% del presupuesto de las corporaciones y los altos directivos quieren que sus negocios crezcan de una forma sostenible; aunque eso signifique menores ingresos a corto plazo.
Sin embargo, aunque el 80% de los ejecutivos a nivel global afirma que el esfuerzo en sostenibilidad medioambiental de sus organizaciones está por encima de la media, el estudio revela una brecha preocupante entre la opinión que tienen las empresas de lo bien que hacen las cosas y la precisión con la que miden lo que hacen.
Así, tan solo un 36% de los encuestados afirma que sus organizaciones disponen de métricas para cuantificar sus esfuerzos de sostenibilidad, y solo un 17% utiliza los resultados de esas métricas para optimizar su desempeño. En este sentido, el 58% de los encuestados a nivel global (un 72% en el caso de España) admite que “la hipocresía verde” existe y que su organización exagera sus esfuerzos en materia de sostenibilidad.
LEE TAMBIÉN: Indecopi y otras organizaciones se reunieron con Netflix para analizar su más reciente cambio en la plataforma
Las iniciativas sostenibles para el empresario, ¿realmente son importantes?
Dos tercios de los directivos (un 59% en España) se cuestionan hasta qué punto son genuinas algunas de las iniciativas de sostenibilidad de sus organizaciones. Pese a ello, un 74% de los directivos opina que la sostenibilidad podría impulsar una profunda transformación empresarial, a condición de que se superen los obstáculos. La medición de resultados es el reto a superar para dar cuerpo a las iniciativas ESG.
La encuesta revela que la tecnología y la sostenibilidad son las dos áreas principales en las que los ejecutivos planean aumentar su inversión este año. Los directivos de América Latina (66%) y Europa; Oriente Medio y África, con el 60%, son los que se muestran más partidarios de elevar la inversión en sostenibilidad. Y apuntan que la innovación tecnológica es el área que tendrá un mayor efecto en el crecimiento sostenible de su organización y en la sostenibilidad en general. Tres de cada cuatro (78%) citan la tecnología como un factor crítico en sus esfuerzos de sostenibilidad de cara al futuro.
Otros datos destacados solo de España muestran que el 92% de los directivos considera que se preocupa más ahora por la sostenibilidad que hace un año. Sin embargo, el 66% reconoce que, aunque todo el mundo dice que quiere ser más sostenible, nadie sabe bien cómo hacerlo. Asimismo, el 86% cree que la sostenibilidad es más una idea que un objetivo prioritario para la mayoría de las empresas.
Sostenibilidad es simplemente usada para mejorar rentabilidad
Únicamente el 12% de las empresas que cuentan con un plan de sostenibilidad utiliza los resultados que obtienen para mejorar la estrategia. El 32% anima a sus empleados a usar una forma de transporte más respetuosa con el medio ambiente, el 38% apoya a proveedores verdes, y solo el 20% realiza donaciones a iniciativas verdes.
«Es alentador comprobar que las áreas en las que los directivos españoles prevén invertir más en tiempo y dinero en 2022 son el desarrollo tecnológico (63%) y la sostenibilidad (62%). Teniendo en cuenta que para el 89% de los encuestados la tecnología hace posible que su organización sea más sostenible, ambas áreas de inversión muestran el compromiso de las empresas españolas por mejorar su impacto ambiental», señala Isaac Hernández, responsable de Google Cloud Iberia, que asegura estar convencido de que el cloud computing «es una palanca indispensable para crear un futuro más sostenible».