El desempeño de las exportaciones regionales del interior del país ha sido positivo y para celebrar. Entre enero y mayo se incrementó el monto total exportado en 15% (llegando a US$ 20 053 millones), comparado al mismo periodo del 2021. Lo más resaltante ha sido el desempeño de la selva que supera los US$359 millones, duplicando lo registrado en los primeros cinco meses del año pasado, de acuerdo al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR).
Esto se debe a incrementos en las ventas de café (+203%) y aceite de palma (+138%), así como exportaciones forestales (+65%) y castaña amazónica (+38%). En esta ocasión, revisaremos la situación del café peruano y la palma aceitera, que presentaron incrementos por encima del 100%.
Café Peruano, principal representante de la selva
Uno de los productos bandera agroexportadores, pudo confrontar la coyuntura internacional para seguir con un desempeño positivo. El conflicto Rusia-Ucrania generó un caos en todos los niveles de las cadenas de suministro globales, y un encarecimiento de alimentos y fertilizantes.
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Para el sector agrícola, esto significó un encarecimiento de los insumos agrícolas, y compromete significativamente la próxima campaña de cosechas 2022-2023. La producción de café se vio afectada por este factor, registrando una disminución de 5.3% entre enero y mayo, de acuerdo a la nota de estudios del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
Sin embargo, la Cámara Peruana del Café y el Cacao señala que la coyuntura adversa abrió una oportunidad de ganancia. Esto debido a que desequilibrios entre oferta y demanda mundial han inclinado al alza los precios internacionales del café. El artículo sobre balanza comercial del BCRP señaló que la variación de precios de este producto se sitúa en 56.1% interanual para mayo.
Aceite de Palma, ¿rentable pero no tan sostenible?
El cultivo de palma aceitera se encuentra en un área gris a pesar de su gran desempeño estos últimos cinco meses. Por un lado, este subsector agrícola es uno de los principales motores de desarrollo socioeconómico para la región de Ucayali y la selva peruana.
Según la Junta Nacional de Palma Aceitera del Perú (JUNPALMA), el ingreso promedio anual de los productores de San Martin llegaba a US$ 7770 en el 2015. Esto representa US$ 647.5 mensuales, lo que duplicaría a la remuneración mínima vital (RMV) a un tipo de cambio de 3.90 soles por dólar.
El 50% de las áreas sembradas le pertenecen a pequeños y medianos productores, hecho que refuerza lo concluido en una investigación realizada por el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE). En este estudio, determinaron que existen efectos positivos al formar alianzas estrategias entre los productores y formar asociaciones de palmicultores.
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Preocupación por el daño medioambiental
No obstante, existen elementos que demuestran que este producto atenta contra la sostenibilidad ambiental. Debido a su versatilidad y alto potencial lucrativo, se sacrifican áreas de bosque y selva para instalar plantaciones de palma aceitera, según la cadena internacional Deutsche Welle (DW). Al desaparecer esos bosques, terminan destruyéndose hábitats de especies de las zonas, así como una menor absorción del CO2.
Otro aspecto que preocupa sobre la producción de palma aceitera, es que terminaría provocando la infertilidad de los terrenos de la selva. Un estudio de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) destacó que, este tipo de cultivos transforma grandes hectáreas de tierras en infértiles e inutilizables.