El 24 de enero Waldo Mendoza, actual ministro de Economía y Finanzas, declaró a La República que durante esta semana se actualizará el impuesto selectivo al consumidor (ISC). Mediante un decreto supremo, buscará aumentar dicho gravamen para la cerveza, cigarros y otras bebidas con alto grado de alcohol.
Sin embargo, la iniciativa por parte del MEF no resulta factible para los bodegueros que luchan por mantener su estabilidad económica en los respectivos negocios. Según el presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú, Andrés Choy, esta alza se debería postergar para el 2022, argumentando la situación actual de la pandemia.
Además, resaltó que los productos mencionados representan el 30% o 40% de las ventas totales de las bodegas. Ante la fuerte competencia, este aumento perjudica a los trabajadores en el sector del consumo masivo. El año pasado, el incremento del ISC tuvo un impacto del 5% en los ingresos de las bodegas, según estudio de la asociación.
Por su parte, Mendoza reafirmó que la función del ISC “no es recaudatoria, sino es luchar contra las externalidades del cigarrillo”. Por ello, reiteró que la ley viene de una actualización rutinaria para equilibrar la inflación en esta área. Recordemos que este impuesto subirá una cantidad específica de centavos según el producto correspondiente.
¿Cómo se distribuye el aumento?
En el caso de la cerveza, el ministro explicó que el impuesto a una botella de 630 mililitros subirá en 4 centavos. Esto cambiaría el precio de S/ 5.50 a S/ 5.54 aproximadamente. Para los cigarrillos (en el cajo de una cajetilla de 10 unidades) se calcula que el precio de venta suba de S/ 6.60 a S/ 6.95.