Las proyecciones económicas presentadas en el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2023-2026, destacaron al consumo privado como determinante que contrarrestó choques adversos en la economía.
Sin embargo, aunque durante la primera mitad del 2022 fue clave para que el crecimiento económico, es posible que deje de ser el principal motor. En esta ocasión revisaremos dos factores que ponen en peligro la sostenibilidad del consumo privado.
Retiros de AFP y CTS: ilusiones al consumo privado
Los retiros extraordinarios de fondos en su momento fueron clave para solventar dificultades económicas que afrontaban las personas durante el primer año de la pandemia.
Sin embargo, esto ha generado que varias personas se queden sin ahorros para la vejez. Para entender más sobre la magnitud del impacto, revisemos una aproximación contrafactual realizada por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Para esto, se consideraron solo afiliados al Fondo Tipo 2. Esto debido a que ahí se concentra la mayoría de afiliados del SPP que se acogieron a las leyes para retirar fondos de sus cuentas individuales de capitalización (CIC), y que realizaron aportes todos los meses desde marzo del 2020.
Luego de agruparlos por el porcentaje de fondos retirados (25%, 50% o 75%), se evaluó cuánto tendrían en su CIC en abril de 2022 de no haber retirado sus fondos:
- El Grupo 1 (fondos retirados: 25%), hubieran tenido en promedio S/93 049, más del 50% de lo que tuvieron finalmente en sus cuentas (S/59 638).
- El Grupo 2 (fondos retirados: 50%), hubieran tenido en promedio S/74 801, más del 70% de lo que tuvieron finalmente en sus cuentas (S/42 342).
- El Grupo 3 (fondos retirados: 75%), hubieran tenido en promedio S/41 835, más del 50% de lo que tuvieron finalmente en sus cuentas (S/26 673).
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Consecuencias de una mala aplicación
Nadie niega la justificación existente para liberar parte de los fondos previsionales con la finalidad de aliviar presiones de gasto y mitigar la situación económica adversa que la población sufrió al inicio de la pandemia.
No obstante, instituciones como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) señalan que estos retiros de fondos deben ser la última alternativa disponible. La prioridad en ese momento debió ser gestionar transferencias mediante utilización del gasto público, aprovechando nuestros bajos niveles de déficit fiscal y deuda pública.
Del mismo modo, la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) señala que, para suavizar el impacto negativo, los retiros deben ser focalizados, cumplir con neutralidad tributaria y reposición.
Deterioro del mercado laboral
Si bien se ha evidenciado una recuperación del empleo, en su totalidad este no es de carácter formal y de calidad. Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestra que, del aumento de trabajo evidenciado entre el tercer trimestre de 2020 y el primer trimestre de 2022, entre el 50 y 80% se debe a ocupaciones informales.
Considerando la evolución del trabajo formal, a nivel latinoamericano la tasa de ocupación formal recuperó niveles pre pandemia. No obstante, la excepción ha sido el caso peruano, ya que los puestos formales se contrajeron considerablemente y con mayor intensidad que los informales. Asimismo, la tasa de informalidad es mayor que la observada antes de la pandemia.
Ante una coyuntura llena de incertidumbre y ralentización del crecimiento económico, se deben aplicar políticas para sostener el empleo formal, y en lo posible reducir las elevadas incidencias de informalidad.
De persistir el incremento de subempleo y empleos informales, el poder adquisitivo de las personas se verá considerablemente afectado, teniendo en cuenta también el entorno inflacionario que afronta el país.
Consideraciones finales sobre el consumo privado
Uno de los pilares del MMM en política económica es reimpulsar el gasto privado. Desde la perspectiva del consumo privado, la situación es más complicada de lo que parece. Asimismo, la preocupación del Consejo Fiscal (CF) sobre el sesgo optimista se da bajo un contexto en el que el consumo privado solo tuvo un choque positivo temporal, y el futuro de los consumidores está en la cuerda floja.
A nivel agregado, no se están convirtiendo escenarios problemáticos en oportunidades de ganancia, y la materialización de riesgos (a nivel micro y macro) se presenta más como una realidad que una posibilidad.
Por un lado se cuentan con personas con menores flujos de ahorros e ingresos disponibles que disminuirían los niveles de consumo privado. Asimismo, mayores tasas de informalidad y deterioro de la calidad del empleo también pone en duda un flujo positivo de consumo privado, por un potencial menor nivel adquisitivo.