Frente a la crisis actual del Perú, el panorama económico da cara a los próximos meses, se presta a un volátil nivel de incertidumbre. En entrevista para Diario el Gobierno, realizada el sábado 14 de noviembre, el economista y presidente del Instituto del Futuro (IDF) Carlos Anderson, nos habló sobre la incertidumbre que atosiga al consumidor peruano dentro de un contexto de alto desempleo.
Ante este panorama ¿Cómo se vería afectado el sector público y privado desde el enfoque económico?
Bueno mira, no hay necesidad de ser economista ni institucionalista para darnos cuenta que esta incertidumbre de carácter sanitario, político, económico, es una mezcla potentísima que causa daño a todos. Podemos imaginar que en esta tremenda incertidumbre nadie está dispuesto a invertir, ir de compras y a producir; la economía relativamente puede dormir.
Hemos visto como desde fuera empiezan a dudar si somos capaces de cumplir nuestro compromiso con ellos, y eso tiene un costo. Porque los bonos peruanos tengan que caer en valor y el dinero nos cueste más a nosotros (ciudadanos). Lo que deben hacer es reducir los índices de incertidumbre, este espejismo en el que nos encontramos.
Ante ello, ¿cómo nos van a ver desde fuera en el tema de la inversión extranjera?
Lo más importante no es la inversión extranjera, sino lo que pasa aquí dentro. Pero, antes por lo menos teníamos la fricción de que afuera nos veían bien. Ahora tenemos este problema, ya empieza a ser público. Perú es un país con profundos problemas, divisiones, con grandes retos, peor con poco manejo.
El Informe Técnico del Mercado Laboral en Lima Metropolitana, reveló que durante el trimestre julio-agosto-septiembre, la tasa de empleo disminuyó un % 23,9 en relación al trimestre del año pasado. Frente a la crisis actual ¿Cuál sería el escenario del desempleo?
Definitivamente tenemos una crisis de empleo grave. Desafortunadamente las medidas del gobierno, puede que hayan sido bien intencionadas, pero han partido de un diagnóstico equivocado. No se han dado cuenta que lo más grave que tenemos es el desempleo. Ante esto, la gente no tiene ingresos, consumo, y esto afecta la producción. Estamos en una onda recesiva y depresiva.
¿A qué se refiere con bien intencionadas?
Han partido de un análisis equivocado, pensaron que era una crisis momentánea, la recuperación a nivel económica iba a ser rápida. Esto no era posible. Un punto fundamental ha cambiado, que es el aumento del desempleo. Aquellos que mantienen su trabajo tienen un temor altísimo de perderlo.
Eso cambia el comportamiento del consumidor. No olvidar que los consumidores representan el 65% del Producto Bruto Interno (PBI). Si no se reactiva el consumo, no podemos esperar un crecimiento de la economía.
Hace unos días el Banco Central de Reserva (BCR) reveló en El Informe de la Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas que existen índices alentadores de cara la proyección económica a nivel nacional. Con la coyuntura actual ¿el panorama entra en un punto de catástrofe?
En realidad, creo que hoy en día hay consenso de que la economía este año decrecerá en un 12 o 15 por ciento, no hay problema. El próximo año, si las cosas no cambian, vamos a tener un rebote estadístico. Qué significa. Por ejemplo, como el primer trimestre no se produjo nada, el próximo año aparece como un esparcimiento. Pero va a ser un espejismo estadístico, porque la verdad mucha gente no va a sentirlos en sus bolsillos.
Desde Unión por el Perú (UPP) han propuesto realizar un referéndum para realizar una nueva constitución, ¿Qué repercusiones podría tener un cambio del modelo económico sobre el desarrollo del Perú?
Las constituciones son finalmente entre vivos. Todo el tiempo estamos cambiando la constitución, ya sea en un artículo u otro. Así que la constitución no ha quedado estática en un punto objetivo, desde que fue emitida en 1993. Hacer cambios constitucionales no me produce espanto.
Lo que si me produce miedo es que, en plena crisis con la pandemia y toda la incertidumbre en la población, exista otro índice de aumento en la incertidumbre. Hacer cambios, incluyendo normas básicas, en este proyecto, de convivencia económica como social en el contexto actual.
Las que están inscritas en el consenso social, eso si me parece temerario. Además, al estar en una grave intencionalidad política (agudizar las contradicciones) se presente un panorama de caos, crisis. Como bien sabrás, “A río revuelto, ganancia de pescadores”.