Ayer, el Banco Central de Reserva del Perú (BCR) elevó los requerimientos de «encaje» en moneda nacional. Esto con el objetivo de complementar el incremento en la tasa de interés de referencia y fortalecer la política monetaria. Esta medida fue aprobada mediante el Circular N.º 0003-2022-BCRP, publicada ayer en el Diario Oficial El Peruano.
La norma detalla la subida de la tasa de encaje mínimo legal a 5.25% en febrero, a 5.5% en marzo, a 5.75% en abril y a 6% desde mayo de este año. Asimismo, se mantiene el encaje de referencia máxima a 6% del flujo del Total de Obligaciones Sujetas a Encaje (TOSE) del periodo de evaluación. Este requerimiento de encaje máximo permitirá la baja diferencia entre las tasas medias de encaje de las entidades financieras.
El encaje y su apreciación
Desde agosto de 2021, y de manera complementaria a la alza de «tasa de referencia», se ha visto elevar los requerimientos de encaje en moneda nacional de manera gradual. Sin dejar de mencionar que, a partir del mes de agosto, se mantuvo la tasa en 4%, alcanzando un mínimo histórico desde el inicio de la pandemia. Recientemente, en octubre de 2021, se incrementó la tasa de encaje mínimo legal a 4.5% en noviembre de 2021, a 4.75% en diciembre del 2021 y a 5% desde enero del 2022, respectivamente.
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Por otro lado, la «tasa de encaje» se impulsa principalmente por el incremento en la tasa de interés de referencia registrada en los últimos meses. La tasa de referencia, a partir de enero del 2022, es de 3.00%. Puedes visualizar el programa monetario que emitió el BCR a través de una nota informativa.
El incremento de la «tasa de referencia» es otra herramienta de política monetaria para estabilizar la tasa de inflación en el país. Esta tasa, actualmente, asciende a 5.83%, muy por encima del rango permitido del BCR (tasa anual entre 1% a 3%). Recordemos que Perú registró su tasa de inflación más alta de los últimos 13 años.
¿Qué es el encaje?
Es un instrumento de política monetaria que consiste en solicitar a las entidades financieras un porcentaje de sus obligaciones (principalmente depósitos). Estos serán destinados en forma de caja dentro de una bóveda o cuenta corriente del BCR. Esto quiere decir que las entidades financieras que reciban depósitos de sus clientes se les sustraerá la tasa que corresponda y no serán utilizados para préstamos y/o inversiones.
Por ejemplo, un banco registra depósitos por $ 1 000 000 y su tasa de encaje es del 10%, quiere decir que $100 000 deben ser guardados y, como se menciona en el anterior párrafo, no podrán ser utilizados para créditos ni inversiones.
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Guardemos el dinero
Según el profesor y experto en finanzas de Pacífico Business School, Jorge Carrillo Acosta, en una entrevista con RPP, explica que el encaje permite que las entidades bancarias guarden un porcentaje de los depósitos que reciben para efecto de no usarlo como préstamos. Además, señaló que este instrumento de política monetaria es también una reserva de dinero para compensar los posibles retiros de depósitos imprevistos .
«Recordemos de S/9 de cada S/10 que las entidades financieras prestan, no es dinero de la institución, sino de los ahorristas. Sin embargo, si un banco recibe S/100 de un depositante, no puede prestar todo ese dinero, pues debe dejar un porcentaje en su bóveda o en una cuenta corriente del BCR. Este porcentaje es precisamente el encaje, que hoy se encuentra en 5%».
Jorge Carrillo Acosta a RPP
En ese sentido, si el encaje es de 5.25 % (febrero de 2022) y el banco recibe 100 soles de sus ahorristas o depositantes, solo podrán prestar 94,75 soles a sus clientes.
El costo del crédito implicado
En la línea con la argumentación del especialista Jorge Carrillo Acosta, menciona que el incremento de encaje tendría efectos en el costo de préstamos. Señala que al prestar menos dinero, por el incremento en la retención de encaje, el costo de crédito se elevará. Esto quiere decir que el consumidor final tendrá menos posibilidades de acceder a un préstamo porque costará más caro obtener un crédito.
Por último, agregó que los ingresos financieros de las entidades bancarias se verían limitados por la reducción de los préstamos que emiten. Es decir, los préstamos ya no serían atractivos para los clientes debido al costo de su obtención.