El último fin de semana, el tema de Alicorp y los aceites a su disposición estuvieron en el ojo de la tormenta. Todo empezó por una discusión en Twitter. La polémica no tardó en expandirse y diversas opiniones se hicieron llegar. Principalmente, destaca la errónea idea de que Alicorp decidió subir los precios (de sus aceites en este caso), aprovechando su posición de dominio. Esto es porque maneja diez diferentes marcas de aceites de consumo masivo, aunque sus memorias apuntan a decir que solo ostenta 47.4% del mercado de aceites ¿Pero entonces cual es la situación real?
Los verdaderos motivos
Según Kantar División Worldpanel, existen alrededor de 70 marcas de aceite vegetal disponibles al consumo masivo en todo el país, por lo que la ilusión de que Alicorp tiene un completo dominio del mercado, como muchos opinan monopolio, no existe en primer lugar. La razón de dicha ilusión es la posición de la marca, ya que es normal esta confianza en el producto adquirido y que además tiene bastante trayectoria. Esto puede hacer creer al público que Alicorp domina todo el mercado de aceites, porque es un gigante de la industria alimentaria en el país.
Los motivos de la gran subida de precios claramente no tienen que ver con el supuesto aprovechamiento de la empresa. Recordemos que la reactivación económica fue un fenómeno desigual en algunas regiones. La vacunación se dio en distintas etapas de tiempo, reactivando las economías del mundo a diferentes tiempos también. Además, esta desigual apertura se apoyó en las medidas que cada país otorgó para controlar las muertes y los contagios. En consecuencia, el comercio internacional se vio bastante comprometido, ya que si bien algunos comodities (precios internacionales de alimentos por ejemplo) ya son volátiles por estacionalidad, esta fluctuación se hizo notar aún más con la pandemia.
Tales limites de oferta mundial estancaron la cadena de suministros, elevando el precio de varios bienes al alza. Entre crisis de contenedores, de combustibles y alzas masivas de comodities, la inflación fue la más alta en años no solo en el país, sino en muchas partes del mundo. La variabilidad en los niveles dependerá del tamaño y comportamiento de la economía y su dependencia a cierto grupo de bienes (en nuestro caso nuestra economía es muy dinámica, recurrentemente inestable políticamente y activamente consumidora de importaciones).
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Falsa culpa
Los elevados precios de los insumos internacionales como la soya y otros con los que se fabrican los aceites vegetales; así como costos logísticos por limitaciones del comercio, presionan al alza al valor de mercado de los aceites. La idea se puede transmitir, por ejemplo, para las personas con negocio. Si algún elemento de fabricación sube, el precio final evidentemente lo hará. Aunque el dólar también sea un factor, este tarda en llegar. De mantenerse esa tendencia, dicho efecto desaparecerá.
Cabe resaltar además que, aunque este tenga una verdadera posición de dominio, por sí misma no tiene culpa. Ya que esta puede darse naturalmente por la disponibilidad de capital y creación de tecnología, por ejemplo el agua (que tiene su propia reguladora). Es ilícito solamente si se prueba el abuso y claramente no lo hay. La presión al alza no depende de ellos y la línea de producción debe mantenerse al tratarse de un bien básico para el consumo familiar. Es erróneo que algunas personas piensen que deben actuar legalmente contra Alicorp solo por su ventaja tecnológica. Esto vulneraría el ejercicio de libertad de empresa, mismo que sirve de principio para la creación de sus competidores y de la libre elección del consumidor. Atentar contra ello es ser inconstitucional y compromete el libre desarrollo de la economía.
Si bien el concepto de Alicorp se ha visto vulnerado por acusaciones que van hacia lo político, estas no tienen por qué reflejarse en lo económico. Es importante entender la situación real de forma objetiva. Claramente, esta no es una invitación a consumir Alicorp, ya que como mencionamos existe fuerte competencia. Cada uno tiene la liberad de consumir lo que mejor prefiera, ya que las preferencias varían desde el dinero hasta la salud. No necesariamente se cumplen estas condiciones para el competidor, aunque se suele asumir que la calidad va de acuerdo con el precio. Se trata de elegir lo que mejor te parezca, pero sin caer en fake-news.
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