El 2021 evidencia que la presión psicológica en este deporte es un mal que vulnera el juego con casos como el de Naomi Osaka o Mardy Fish.
El tenis es un deporte que crea una atmósfera llena de emociones y sentimientos antes, durante y luego del juego. Sin embargo, el manejo mental de los tenistas es clave para poder afrontar las adversidades y no ser derribado por cualquier traspié. Así, la importancia que se le brinda a los problemas psicológicos que podrían sumergir al tenista muchas veces es menor a la que otorgan a los resultados. Por ello, la relación mental y deportiva de estos deportistas es imprescindible para un desempeño que prime por el bienestar personal.
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El caos del resultado
Si bien es cierto, cuando un tenista encuentra un camino de éxito, las miradas se colocan sobre él o ella para una mayor exigencia. Lo que genera una tensión problemática que ha llegado a opacar momentos claves de grandes talentos en este deporte. Ello se puede reflejar en Naomi Osaka. Ella es una tenista japonesa ganadora de 4 Grand Slam. Osaka cuenta que se encontraba perdida y concentrada únicamente en ganar en su primera defensa del título ante Belinda Bencic. Dada la presión del público, la deportista perdió aquel encuentro y, por ende, el campeonato. Las personas viéndola con expectativas más altas que en sus inicios fueron un grado de presión que Osaka no supo asimilar en aquella oportunidad. El Dr. Larry Lauer, especialista en habilidades mentales de la Asociación de Tenis de los Estados Unidos, justifica que por la cabeza del competidor se encuentran nudos de incertidumbre donde se preguntan cómo se van a desempeñar y cómo responderán los demás (familiares y cuerpo técnico) a su performance.
La avalancha mediática
Además, la mochila de expectativas con la que carga un tenista puede tener mayor peso con relación al efecto de la prensa. Por ejemplo, Mardy Fish, ex tenista, recibió la presión nacional de sacar cara por el tenis estadounidense. El estrés era el principal rival de Fish, y en el 2012, al estar entre las 10 mejores tenistas del mundo, su mala racha de derrotas a principios del año despertó la angustia de la prensa. Este punto lo obligó a enfocarse obsesionadamente en ganar títulos a toda costa, perdiendo el equilibrio mental, como se narra en el documental “Al descubierto: Punto de break”. Incluso, se comenta que Fish pierde su personalidad y cambia su actitud por la rigidez mental y física producto de la tensión de resultados. Para Juan José Ramos (2016), especialista en Administración de la Educación Física y el Deporte, la mentalización de un objetivo por influencias externas produce inseguridades que dominan e influencian relativamente el desempeño deportivo del deportista. De este modo, la cumbre del triunfo se transforma de una ilusión a una obligación que se instala psicológicamente en los tenistas.
Cuando las redes te atrapan en ellas
Entrar al campo de juego, destacar y nacer como un talento emergente en el deporte no mantiene un desarrollo tranquilo como en otros tiempos. El motivo es el revuelo de una herramienta poderosa y moderna: las redes sociales. ¿Cuál es el impacto de estas plataformas hacia un tenista psicológicamente? Los sucesos más importantes del tenis se transmiten y repercuten en todos los portales de prensa digitales, pero los efectos no terminan de ser positivos cuando la adversidad se impone. Por ejemplo, Shelby Rogers, tenista estadounidense, concluyó su derrota ante Emma Raducanu en el US Open con la siguiente frase: “Voy a tener nueve millones de amenazas de muerte en redes”. De este modo, podemos acercarnos a la faceta negativa de aplicaciones como Twitter o Facebook: la lluvia de críticas que nacen hacia los tenistas. Así, insultos o mensajes carentes de empatía protagonizan las cajas de comentarios, lo que crea una esfera enemiga a la salud mental del tenista.
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La salud mental es un tema esencial que no es excluyente de un deporte como el tenis. El mundo globalizado en el que vivimos tiene los ojos puestos en estos deportistas que, una vez en el campo, se esmeran por demostrar su talento.Sin embargo, la presión psicológica en ellos es una realidad que ha influido hasta en los más grandes valores como Naomi Osaka o Mardy Fish, quienes han alzado su voz para concientizar esta temática. Es así como la aceptación de estos déficits que aquejan las mentes de los tenistas es importante para encontrar soluciones que den estabilidad al disfrute de este deporte.