Te cuentan lo vivido en el partido de hoy hace 4 meses y no te lo crees. Todos éramos conscientes de la mejoría que había tenido el FC Barcelona desde la llegada de Xavi Hernández al banquillo del Barça, pero la goleada que acabamos de presenciar era totalmente impredecible.
Dominio total del Barça
En el inicio del encuentro, ambos equipos tuvieron ocasiones para ponerse adelante en el marcador, símbolo de total paridad en el juego. Sin embargo, con el pasar de los minutos, el Barça iba adueñándose del balón y Courtois se convertía en la figura con atajadas milagrosas. Al minuto 28, llegaría el punto de quiebre del partido; Dembélé desbordó por la banda derecha, dejando en el camino a un Nacho Fernández totalmente perdido, y lanzaría un centro que conectaría Pierre Emerick Aubameyang sin mayor dificultad para anotar el primero, de muchos que caerían, en el Santiago Bernabéu.
A partir de ese gol, los dirigidos por Xavi brindaron un espectáculo contra el Real Madrid. Antes del segundo tanto de Araújo, tras un tiro de esquina, los azulgranas ya habían tenido un par de oportunidades para marcar. Tácticamente, Xavi Hernández demostró total superioridad sobre Carlo Ancelotti, dejándonos claro que el cambio del Barcelona no es casualidad.
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Para el segundo tiempo, la defensa del Real Madrid sobresalía por su ausencia. La delantera del Barça entraba al área local con suma facilidad, así llegarían ambos goles restantes, y terminaron de liquidar el partido al minuto 51. El gol sería nuevamente de Aubameyang luego de una confusión de Militao y el línea. A partir del 4-0, el Madrid saldría desalmado a camuflar la derrota, pero fallarían en el intento. Durante el segundo tiempo, vimos a un conjunto blanco irreconocible y con poca vergüenza deportiva (en especial en defensa). Fue una mera sombra de aquel equipo que hace 11 días derrotaba al PSG para clasificar a cuartos de la UCL.
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