El Último Bastión, la serie peruana de TV Perú, ha demostrado estar a la altura de un proyecto internacional. Gracias a ello, desde este jueves 25 de febrero forma parte del catálogo de Netflix, convirtiéndose así en la primera serie peruana que llega a una de las plataformas más grandes de streaming.
A raíz de su estreno, Diario El Gobierno conversó con el actor Giovanni Arce, protagonista de la serie. Él interpreta a Paco Robles, el narrador de la historia, un abogado del siglo XIX que lucha por la llegada de la independencia.
«Formar parte de El Último Bastión es un regalo para mí y también es un gran paso para el Perú».
La serie narra los procesos previos a la independencia del Perú. A diferencia de otras producciones de la época, se centra en la historia de los ciudadanos de a pie y no en los héroes nacionales. De esta forma, por medio de la familia Robles se da a conocer el proceso de independencia y sus efectos en la sociedad peruana.
«Existe la voz de la gente común y corriente que no hemos visto en los libros de historia; sus pensamientos y sus posiciones políticas respecto a la llegada de la independencia. Lo que también se invisibiliza mucho es la participación de las mujeres. En cambio aquí lo que hacemos es resaltar la participación activa que tienen ellas en la época. Eso es lo interesante de la serie; con eso uno se enamora del proyecto», mencionó.
De la misma forma, los guionistas y productores han tenido que investigar para poder retratar un cuadro fidedigno de la época.
De la mano de historiadores especialistas en el proceso histórico, como Carmen McEvoy y Jesús Cosamalón, han logrado una producción audiovisual lo más cercana posible a los acontecimientos que acompañaron la proclamación de la independencia.
«Hemos tenido que empaparnos en este universo y prácticamente ha sido un viaje en el tiempo; un viaje al pasado», afirmó.
«Ellos [Eduardo y María Luisa Adrianzén] se juntaron con historiadores para corroborar ciertos datos y hechos que muchas veces pasan desapercibidos, o que ni siquiera se enseñan en el colegio. Nosotros como actores hemos tenido que investigar por nuestro lado. En mi caso, me he sumergido nuevamente en el colegio para estudiar la historia del Perú y toda la época de la independencia», comentó el actor.
-¿Consideras que los temas que se desarrollan en El Último Bastión siguen presentes en la actualidad?
En realidad, El Último Bastión es eso; es mostrarte que el fondo sigue siendo el mismo; lo único que ha cambiado es la forma. Seguimos teniendo, por ejemplo, toda esa repartija de poder, todo esto de acomodarse al mejor postor, las influencias políticas, la corrupción; cómo te deja de importar la gente que menos tiene, entre otras cosas. Todas las injusticias sociales que se dan en el proceso de independencia están ahí marcadas en la serie, tal cual como se ven hoy en día.
Además, en la serie tenemos una epidemia de cólera y se ve cómo reacciona la gente, reacción que es muy similar a la de hoy en día. Mucho de lo que sucede en El Último Bastión demuestra que todo sigue igual, o casi igual, y depende de nosotros verlo y poder tomar cartas en el asunto. Vamos a encontrar muchas similitudes con lo que sucede en la actualidad.
-¿Cómo describirías a tu personaje? ¿Qué semejanzas encuentras con un abogado del siglo XXI?
Creo que Paco Robles es un justiciero social; él se encuentra en un gran conflicto porque su familia es de clase media, pero se siente mal de tener estos privilegios cuando ante sus ojos hay un montón de gente sufriendo por lo que pasa. El conflicto de Paco pasa por ahí: elegir entre seguir sus principios e ideales, o permanecer bien con su familia.
Paco quiere participar más, colaborar con quien quiere la independencia del Perú. Para ello utiliza su formación en Derecho para redactar ciertas cartas y ciertos documentos con un seudónimo. Quiere acelerar este proceso y poder comunicarle a la gente lo que está sucediendo y que verdaderamente nos conviene la salida del rey.
Yo creo que eso es lo que más lo caracteriza; es un rebelde y un idealista a morir. Confía mucho en las personas y cree que tienen una luz de esperanza por más que muchas veces lo traicionen.
-¿Qué es lo que se busca con esta serie? ¿Cuál es su mensaje?
Yo creo que nosotros como artistas no tenemos la función o la labor de crear un mensaje directo en el producto que hacemos. Lo que hacemos es crear preguntas en el espectador para que las siga pensando por el resto de su vida; así comprobamos que la pieza artística es trascendente.
Creo que en El Último Bastión la gran pregunta es: ¿qué tanto ha cambiado el Perú desde hace 200 años hasta el día de hoy, cuando estamos apunto de celebrar el Bicentenario? O también, ¿qué estoy haciendo yo para cambiar lo que pasaba hace 200 años y lo que está pasando hoy en día? Es eso; ver los cambios y continuidades; generar crítica, pero también autocrítica.
-¿Por qué aceptaste formar parte del proyecto?
Eduardo [Adrianzén] me propuso este proyecto y yo le dije que sí inmediatamente. Primero, como te digo, siempre me han gustado las producciones de época del Perú y siempre he querido participar en una. Segundo, porque ya he trabajado con Eduardo; hicimos Nuestra Historia que sería la secuela de El Último Bastión, pero que se grabó antes. Es más, así lo fastidiamos a Eduardo; en vez de multiverso, le decimos que es el «adrianzenverso» [risas]. Y, finalmente, porque es el tatarabuelo del personaje que yo ya había interpretado y que me encanta. Recibir la noticia de que íbamos a hacer este proyecto fue muy emocionante; fue todo un reto y un estrés tremendo, pero para bien. Lo tomé con mucha felicidad; realmente estoy muy agradecido con todo el equipo.
-¿Cuál es el atractivo de la serie?, ¿Qué beneficios encuentras para los espectadores?
Yo creo que es encontrar ciertas cosas que no has aprendido en el colegio o no te lo enseñan y verlo de una manera más divertida e interesante. La perspectiva del ciudadano de a pie me parece un gran gancho para los espectadores; no sólo peruanos, a quienes se nos va a inflar el pecho al ver todas estas locaciones lindas que tenemos, sino también a nivel Latinoamérica. Llegar a Netflix con una producción que no sólo abarque un público peruano, sino que también involucre a todo Sudamérica es algo histórico e increíble.
-¿Qué significa esta llegada a Netflix?
¡Es un regalazo! Yo me emocioné mucho. Estoy muy nervioso de ver mi cara al costado de los grandes éxitos de streaming; pero, más allá de eso, es un premio a todo el esfuerzo de llevar a cabo una producción como esta que no se realiza hace muchos años en el Perú. Es una producción que realmente nos costó; no solamente al equipo que trabaja frente a cámaras, sino también a los que se encuentran detrás.
También es abrir la puerta a la ficción peruana para que puedan crearse más producciones. De esa manera podremos ser una industria seria, grande y con mirada desde afuera. Creo que todo esto significa la llegada de El Último Bastión a Netflix y eso me hace sentir muy feliz.
Un actor en pandemia
-En este contexto de COVID-19, ¿Cómo has logrado enfrentar las adversidades ? ¿Qué retos has tenido que superar?
Nuestro sector es uno de los más golpeados. En realidad, creo que cada sector en algún momento ha tenido algún tipo de ayuda por más pequeña que sea. Sin embargo, creo que el sector actoral no ha tenido ninguno. Ha sido muy difícil, no sólo para mí en realidad , sino difícil justamente para artistas que se ganan el día a día en la calle; que cantan, que tocan y actúan en la calle.
Ahora, hablando de mi caso en particular, no hay teatro, no hay ficciones, hay apenas dos obras en rodaje. Los presupuestos obviamente también han bajado porque hay menos inversión, entonces es muy duro, muy fuerte.
Yo he comenzado a dar clases virtuales de actuación. Doy talleres que me ayudan a sobrevivir esta etapa en la que hoy nos encontramos. También me he ido adaptando a este encierro y, así, ideamos y creamos una serie web durante toda esta pandemia que se llama Brigada de Mounstros que es hecha con La Taberna Studios. Es la primera serie web de fantasía medieval hecha en el Perú. Nosotros lo hemos hecho con muñequitos miniaturas y está basado en el juego de rol de calabozos y dragones. El juego que juegan los niños de Stranger Things en su sótano. Sería bueno que, si les gusta y les provoca, la vean desde el Instagram de La Taberna Studios.
Reflexiones finales
«Formar parte de El Último Bastión es un regalo para mí. Me emociona mucho y me pone muy nervioso, pero es un gran regalo. Cuenta con un elenco increíble; la interacción con todos los actores, al menos para mí, fue muy fácil. La dirección de Marco Moscoso y la producción de Hugo Coya, de María Luisa y Eduardo, han sido geniales. Creo que es un gran paso para el Perú y para la industria audiovisual. Quiero invitarlos a todos a ver El Último Bastión a partir de este 25 de febrero en Netflix».