Dos años después de la invasión rusa, Ucrania lucha por llenar sus filas militares. Por ello, ha implementado una ley que permite el reclutamiento de convictos a cambio de libertad condicional anticipada. Esta ley excluye a quienes han cometido delitos graves o violentos. El comandante del batallón, Dmytro Kukharchuk, explica a los presos que no tendrán unidades penales especiales, sino que se integrarán en los batallones existentes.
El objetivo principal de esta iniciativa es reclutar a hombres físicamente fuertes, saludables y motivados para unirse a la 3ª Brigada de Asalto Separada, comandada por Kukharchuk. El proceso de reclutamiento se lleva a cabo en prisiones centrales de Ucrania, donde los convictos pueden obtener una condicional libertad temprana si firman un contrato de servicio militar; varias brigadas ya han reclutado a unos 100 prisioneros. Desde que se aprobó la ley, 5.000 reclusos han solicitado alistarse, con 2.000 ya liberados y en entrenamiento.
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Reclutamiento e integración
Aunque existe incertidumbre sobre cómo se implementará la ley, Kukharchuk prefiere que los convictos sirvan junto a la infantería regular. A pesar de ello, no todos los mandos están seguros sobre esta integración. Así, sugieren unidades separadas para los prisioneros. Sin embargo, el ministro de Justicia ucraniano, Denys Maliuska, insiste en que la motivación de los presos ucranianos, basada en el patriotismo y voluntariedad, es distinta a la de los reclutamientos forzados rusos.
Los prisioneros reclutados recibirán los mismos beneficios que los demás soldados, aunque sin vacaciones anuales. Muchos ven esto como una oportunidad para redimirse y mejorar sus vidas. En una prisión, se seleccionan cuidadosamente a los voluntarios, prefiriendo a los huérfanos debido a su capacidad de supervivencia. De 17 interesados, 12 fueron aceptados, valorando más la motivación que las habilidades físicas.
La integración de los presos en las unidades militares no es un proceso fácil. Los reclutadores deben trabajar para establecer disciplina y respeto entre los nuevos soldados. Sin embargo, el Ministerio de Justicia cree que esta medida puede ser beneficiosa para ambos lados. Los presos pueden encontrar una oportunidad para mejorar su situación y, al mismo tiempo, el ejército puede obtener soldados motivados y capacitados para el combate.