Esta semana se ha dado un nuevo paso en la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte a partir de la amenaza que supone la invasión rusa a Ucrania. La OTAN ha aceptado a Suecia como nuevo miembro. De esta forma, se fortalece la alianza y se suman más miembros en la búsqueda de protección frente a la expansión del «gigante ruso» y además se termina con la tradicional neutralidad sueca.
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¿Qué es la OTAN?
Cabe recordar que este Tratado surge como una alianza defensiva en la que se encontraban Estados Unidos y algunos países de Europa Occidental en el año 1949 en plena Guerra Fría. Los países firmantes en primer lugar fueron Estados Unidos, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Luxemburgo, Italia, Noruega, Países Bajos y Reino Unido. Por su lado, La Unión Soviética creó el Pacto de Varsovia en la que incluyó a sus aliados «satélites» de Europa Oriental como Polonia, Checoslovaquia o Hungría. Esto con el fin de hacer frente a esta alianza.
En un principio, esta alianza surgió con la finalidad de generar una línea defensiva ante la amenaza que representaba la Unión Soviética de Stalin luego de la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto, al ser una alianza defensiva, en caso de un ataque a alguno de sus miembros, el resto de Estados actuaría en su apoyo. Tras el fin de la Guerra Fría y la disolución del Pacto de Varsovia, la OTAN giró sus objetivos tras el fin de las tensiones en Europa. Tensiones que desde febrero del año 2022 se han reanudado con la invasión rusa a Ucrania.
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El ingreso de Suecia al Tratado
Desde el inicio del conflicto, algunos de los países más próximos a Rusia han intentado adherirse al acuerdo defensivo con Estados Unidos. Ya que de esta manera tendrían una mayor garantía de seguridad frente a un aparente intento ruso de expansión territorial. Así por ejemplo, la misma Ucrania en su momento solicitó unirse al pacto, proceso que ha sido complicado y aún hoy no recibe una respuesta prometedora. Esto debido a que evidentemente Joe Biden principalmente reconoce que esta decisión llevaría a enfrentarse directamente con Putin en una escalada de conflicto.
Por su parte, Finlandia logró ingresar a inicios del año pasado convirtiéndose en su miembro número 31. Esto debido a su evidente proximidad con Rusia y rivalidad histórica que podría poner en duda su no beligerancia. De esta forma, se convierte Suecia en la nación número 32 en formar parte de esta alianza. Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN, brindó en redes sociales la siguiente declaración: «La adhesión de Suecia fortalece a la OTAN, hace a Suecia más segura y a toda la Alianza más segura. Espero izar su bandera en la sede de la OTAN el lunes». Sin embargo, se conoce que Turquía y Hungría se mostraron en un principio renuentes a la aceptación de la nación escandinava.
El ingreso del país nórdico en la alianza termina con la denominada «neutralidad sueca». Esta concepción frente a los conflictos se había dado desde el siglo XIX, decisión que evitó que la nación ingrese en conflictos militares como las guerras mundiales. Al menos de manera directa. Sin embargo, con la nueva visión defensiva del país frente a la amenaza que representa Rusia, se cambiará la política militar que hasta entonces se tenía, no sin opiniones divididas al respecto.
El rol de la OTAN en el conflicto de Ucrania
Ya el mandatario ruso Vladimir Putin ha realizado continuamente amenazas contra la OTAN y en especial en contra de Estados Unidos. Esto debido a que considera que están involucrándose de manera constante en su invasión a Ucrania. «Estamos tratando con un Estado, cuyos círculos dirigentes están emprendiendo acciones abiertamente hostiles contra nosotros. ¿Y qué?». Este reclamo lo realizó en contra de Estados Unidos y no dudó en advertir que en caso sea necesario actuaría con su arsenal nuclear.
Putin señaló, por su lado, que el pueblo ruso se encuentra a favor del proceso de invasión que se está llevando a cabo en Ucrania y que no tiene ninguna intención de invadir Occidente. De esta forma, calificó de «mentira» los rumores que deambulan por Europa respecto a una intención rusa de invadir el continente. Sin embargo, sí amenazó a las naciones occidentales con que si continúan brindando apoyo a Ucrania, no dudará en utilizar armamento de largo alcance a objetivos en sus respectivos territorios.