Cuatro ciudades palestinas han sido el blanco de una gran ofensiva por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la Cisjordania ocupada. Al menos 10 palestinos han muerto desde que comenzaron las incursiones israelíes a la medianoche del martes, hora local. Sin embargo, la cifra real de fallecidos podría ser mayor, pues autoridades palestinas informaron previamente que al menos 11 personas habían muerto desde el inicio de la ofensiva israelí.
Contexto de la ofensiva
La operación se produce en un contexto de creciente tensión entre Israel y los grupos armados palestinos, exacerbada por la reciente guerra entre Israel y Hamás en Gaza. Desde el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, las fuerzas israelíes han intensificado sus incursiones en Cisjordania, lo que ha llevado a un aumento significativo en el número de muertes palestinas. Según datos de autoridades palestinas, más de 650 palestinos han muerto en Cisjordania desde el inicio de este conflicto, la mayoría durante enfrentamientos con las fuerzas israelíes.
El Ejército israelí ha justificado la ofensiva como una medida necesaria para combatir el «terrorismo» y prevenir ataques contra sus ciudadanos. El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, ha afirmado que la operación incluye la «evacuación temporal de residentes palestinos» de las áreas afectadas, lo que ha suscitado críticas y preocupaciones sobre posibles desplazamientos forzados.
LEE TAMBIÉN: Rusia lleva a cabo el ataque aéreo más grande contra Ucrania desde el inicio de la invasión
Reciente operación militar
La reciente operación militar israelí se lleva a cabo simultáneamente en cuatro ciudades palestinas: Yenín, Tulkarem, Nablus y Tubas, que abarcan gran parte del norte de Cisjordania. El país pro occidente declaró que se trata de una «operación antiterrorista» en Yenín y Tulkarem, indicando que cinco «hombres armados» murieron en ataques aéreos en estas dos ciudades y otros cuatro en el campamento de Far’a, cerca de Tubas. Además, el Ministerio de Salud palestino en Cisjordania denunció que el ejército israelí bloqueaba el acceso de ambulancias a los hospitales, lo que, según ellos, “constituye una violación flagrante” del derecho humanitario.
El ministerio pidió a «la comunidad internacional y a la Cruz Roja» que ayudaran a proteger los hospitales de Yenín, Tulkarem y Tubas. Durante la ofensiva en Tulkarem, al norte de Cisjordania, se han observado soldados israelíes. Según los informes, esta es la primera vez desde la segunda intifada —el levantamiento palestino ocurrido entre 2000 y 2005— que varias ciudades palestinas son atacadas simultáneamente por incursiones militares israelíes. Asimismo, se informó que las principales carreteras de acceso a Yenín estaban cerradas, y se mencionaron enfrentamientos armados en el campo de refugiados de la ciudad.
Las FDI, junto con los servicios de seguridad y la policía israelíes, emitieron un comunicado conjunto el miércoles en el que denominaron la acción una «operación antiterrorista» en Yenín y Tulkarem. El comunicado señaló que tres «terroristas armados» en Yenín, que «representaban una amenaza para las fuerzas de seguridad», murieron en un ataque aéreo. También mencionó que otros dos hombres armados murieron en Yenín y Tulkarem, y que los soldados israelíes «desmantelaron explosivos colocados bajo las carreteras de la zona que estaban destinados a ser detonados en ataques contra las fuerzas de seguridad».
El comunicado añadió que cuatro hombres más murieron en el campamento de Far’a durante ataques aéreos. Según Wafa, la agencia oficial de noticias de la Autoridad Nacional Palestina, los soldados israelíes ingresaron en hospitales, obstaculizaron el paso de ambulancias en un centro médico y destruyeron infraestructuras en ambas ciudades.
Reacciones internacionales
La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (OACNUDH) condenó la «creciente respuesta militar» de las Fuerzas de Seguridad de Israel en la Cisjordania ocupada. La OACNUDH afirmó que la reciente operación militar israelí en Cisjordania se lleva a cabo «de una manera que viola el derecho internacional y corre el riesgo de agravar aún más una situación ya tensa». «La violencia entre las fuerzas de seguridad israelíes y los palestinos armados en Cisjordania no se considera un conflicto armado según el derecho internacional humanitario», señaló la declaración, agregando que «el uso de la fuerza en Cisjordania debe cumplir con las normas de derechos humanos».
La presidencia de la Autoridad Nacional Palestina declaró que esta escalada de violencia en Cisjordania, junto con el conflicto actual en Gaza, «conducirá a resultados terribles y peligrosos por los que todos pagarán el precio». Nabil Abu Rudeineh, portavoz de la presidencia, afirmó que la ofensiva israelí en Cisjordania es «una continuación de la guerra global contra nuestro pueblo, nuestra tierra y nuestros lugares sagrados», según informó Wafa.
Añadió que las autoridades israelíes, que ocupan Cisjordania, son responsables de esta escalada, “al igual que Estados Unidos”. Este último “provee protección y apoyo a esta ocupación para que continúe su guerra contra el pueblo palestino». El portavoz pidió a Estados Unidos que interviniera para detener la escalada. Ya que «representa una amenaza para la estabilidad de la región y del mundo entero».