La titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete, presentó su renuncia al cargo en cuestión luego de confirmar que recibió la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 elaborada por Sinopharm el pasado 22 de enero.
A través de una declaración pública difundida en sus redes sociales, Astete aseguró que influyó en su decisión «el hecho de que entre el 8 y el 26 de enero» se sometiera a «dos pruebas moleculares, una prueba serológica y una prueba de antígenos» por haberse reunido con diplomáticos y altos funcionarios peruanos y extranjeros.
«A ello se sumó la necesidad que tenía de viajar a Tumbes para cumplir con mi responsabilidad de representante de dicha región en el Consejo de Ministros y las limitaciones que tengo por ser persona de riesgo, al tener 68 años», añadió.
Cabe destacar que previo al pronunciamiento de la canciller, el exviceministro de Salud Luis Suárez confirmó haber recibido el antídoto de Sinopharm entre septiembre y octubre del 2020.
«Se nos informó también que los investigadores de Sinopharm al igual que en otros países donde se realizan las investigaciones en fase III, ponían a disposición la vacuna candidata (que aún se encuentra en experimentación) con la posibilidad de proteger al equipo responsable de conducir la respuesta frente a la pandemia», menciona el comunicado de Suárez.
Además, el exfuncionario del Minsa afirmó que otros integrantes del equipo a cargo de la respuesta frente a la pandemia recibieron la vacuna de forma voluntaria.
«Se aplico asumiendo individualmente cada uno de del riesgo que implica un producto aún no evaluado en fase III y a sabiendas de que se desconocía su real eficacia y seguridad», menciona.