El conflicto bélico iniciado por Rusia al invadir Ucrania no tiene ajeno a nadie, incluyendo al mundo del deporte. Especialmente al fútbol del viejo continente. Los fatales acontecimientos del pasado jueves obligaron a la UEFA a tomar la decisión de quitarle a San Petersburgo la designación como sede la final de la Champions League 2021-22. Así, este viernes se anunció que el Stade de France de París albergará la cita decisiva del máximo evento a nivel de clubes, que se celebrará como estaba previsto el día 28 de mayo.
Muchos movimientos
Apenas el ejército ruso inició un ataque a gran escala en territorio ucraniano, la Unión Europea ordenó a la UEFA sacar la cita decisiva de la Liga de Campeones de San Petersburgo, como clara medida de sanción al país de Vladimir Putin. Bajo esa presión, y en busca de asegurar la viabilidad de sus competiciones internacionales, la máxima entidad del fútbol europeo dio un aviso: «Estamos afrontando esta situación con la máxima urgencia. Las decisiones serán tomadas y anunciadas mañana (hoy viernes)». Ello dio el indicio claro de que la ‘segunda capital de Rusia’ perdería su lugar como organizador del inigualable cotejo.
Inmediatamente, muchos rumores hubieron acerca de cuál sería el escenario elegido. Sin embargo, fue el ‘Diario AS’ el que soltó la primicia: Londres (Wembley), Múnich (Allianz Arena) o París (Parque de los Príncipes) eran las opciones favoritas. Las dos primeras ya tenían programadas recibir la final de 2024 y 2025, respectivamente, y gustaban mucho. Otras ciudades como Madrid o Estambul se barajaron, pero en España ya se disputará la final de la Europa League de este curso (Sevilla) y en la capital otomana preparan aún su sede para el 2025. Finalmente, el Comité Ejecutivo de la UEFA apostó por el Stade de France de Saint-Denis, al norte de París, ya que lo consideran ‘terreno neutral’ para los presentes concursantes de la Copa de Europa.
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Otro año de cambio
Por tercera temporada consecutiva, la UEFA se ve obligada a alterar el cronograma establecido. Ya en 2020, debido al inicio de la pandemia, no se completaron la mitad de los encuentros de vuelta de los octavos de final de aquella edición. Recién se reanudaron en agosto, cuando la competición volvió a disputarse tras la implementación de lineamientos de sanidad que garantizaban completar la fase final de la Champions League. Como se recordará, todos los duelos a partir de cuartos de final se jugaron a partido único en la ‘burbuja de Lisboa’ (el Bayern Múnich derrotó 0-1 al PSG en la final).
Para el curso anterior, de igual forma la crisis sanitaria llevó a que Estambul perdiera, por segundo año consecutivo, su lugar como último escenario de la Liga de Campeones 2020-21. Con el tiempo límite, el presidente de la UEFA, Alexander Ceferin, recibió nuevamente el apoyo de su homólogo de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), Tiago Craveiro, para celebrar la final. Oporto, que había perdido también su sede de la Supercopa de Portugal debido al COVID-19, albergó el gran encuentro (donde el Chelsea venció 0-1 al Manchester City). Se espera que con la designación de París este año ya no ocurran más variaciones al calendario establecido.
Precedentes
El Stade de France será el encargado de congregar a las estrellas. En esta ocasión, será la tercera oportunidad que el coloso francés, inaugurado en 1998 de cara al Mundial de Francia, conmemore el partido definitorio de la Champions League. La primera vez ocurrió en la temporada 1999-2000, en la que Real Madrid y el Valencia protagonizaron la primera final entre equipo del mismo país. El ‘Rey’ se acabó imponiendo (3-0) al equipo ‘Che’. Mientras que, la segunda y hasta entonces última cita que acogió, fue en la campaña 2005-06, con el Barcelona tumbando (2-1) al Arsenal.
¿Cuál es el destino de los clubes rusos y ucranianos?
Por otro lado, la UEFA también indicó que, hasta nuevo aviso, todos los clubes rusos y ucranianos que compitan en Europa deberán disputar sus partidos como local en un espacio neutral (previa coordinación). En ese sentido, el Spartak Moscú, único equipo ruso vivo fuera de sus tierras, deberá buscar asilo para poder disputar su eliminatoria contra el Leipzig por los octavos de final de la Europa League.
Lo mismo ocurrirá con las selecciones nacionales de Rusia y Ucrania. Para añadirle picante al asunto, ambos deberán disputar sus partidos clasificatorias al Mundial de Qatar en un mes. Los primeros jugarán en casa contra Polonia y harán lo mismo con el ganador entre Suecia y República Checa. En el caso de los últimos, todos serán de visita: en Glasgow ante Escocia y, de avanzar, en Cardiff o Viena ante Gales o Austria. A falta de que FIFA indique otra cosa, todo sigue en regla.