Un ataque aéreo de Israel realizado durante la noche en una zona designada por los propios israelíes como humanitaria, ubicada en el sur de Gaza, causó la muerte y heridas a decenas de palestinos. Israel declaró que la operación tenía como objetivo a combatientes de Hamas. Testigos informaron que al menos cinco misiles impactaron en la zona, creando tres grandes cráteres, según Mahmoud Bassal, portavoz de la Defensa Civil de Gaza.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que el ataque se dirigió contra «importantes terroristas de Hamas que operaban en un centro de mando y control en la zona humanitaria» de Khan Younis, Gaza. Entre los objetivos figuraban Samer Ismail Khadr Abu Daqqa, quien según las FDI era el jefe de la unidad aérea de Hamas en Gaza; Osama Tabesh, «jefe del departamento de observación y objetivos del cuartel general de la inteligencia militar de Hamas»; y Ayman Mabhouh, «otro terrorista de alto rango de Hamas».
Contexto del ataque
Las FDI añadieron en su comunicado del martes que estos individuos «participaron directamente en la ejecución» del ataque del 7 de octubre contra Israel. Además, comentaron que estaban planeando «llevar a cabo actividades terroristas» contra las FDI e Israel. El ataque afectó a Al-Mawasi, una región costera de Khan Younis donde decenas de miles de palestinos desplazados, muchos viviendo en tiendas de campaña con acceso limitado a infraestructura, refugio o ayuda humanitaria, han buscado refugio.
En Al-Mawasi había más de 200 tiendas de campaña para desplazados; entre 20 y 40 de estas tiendas fueron destruidas, y «familias enteras han desaparecido en la arena», según Bassal. Testigos confirmaron que al menos cinco misiles impactaron en el área, creando tres grandes cráteres. «Ambulancias y equipos de defensa civil fueron movilizados, y se reporta un número significativo de muertos y heridos», declaró Bassal.
Las FDI explicaron que la operación se llevó a cabo bajo la dirección de la Agencia de Seguridad de Israel y la Fuerza Aérea, tomando medidas para mitigar daños a civiles, como el uso de municiones precisas, vigilancia aérea y otros métodos. Sin embargo, no se aclaró si los civiles recibieron advertencias previas. Hamas calificó las afirmaciones de Israel como una «mentira descarada» utilizada para justificar «crímenes atroces». Además, afirmó que «decenas de civiles desarmados, en su mayoría mujeres y niños» murieron en el ataque. Mahmoud Bassal, portavoz de la Defensa Civil de Gaza, indicó que los residentes no fueron advertidos del ataque.
LEE TAMBIÉN: Putin visita Mongolia pese a orden de la CPI
Detalles del ataque
Un video compartido por Al Aqsa TV, el medio de comunicación de Hamas, muestra a miembros de la Defensa Civil de Gaza excavando en busca de personas desaparecidas, con ropa y zapatos dispersos por la zona. Attaf al-Shaar, desplazado de la ciudad de Rafah, declaró a AP que «las personas estaban enterradas en la arena. Los sacaron como partes de cuerpos». Anteriormente, Israel ya había atacado Al-Mawasi en su búsqueda de comandantes de Hamas, con ataques que causaron importantes víctimas civiles colaterales.
En julio, un ataque dirigido contra Mohammed Deif, líder militar de Hamas, resultó en la muerte de al menos 90 palestinos. En agosto, Israel declaró haber confirmado la participación de Deif en ataques contra su país. Israel afirma haber matado o capturado a la mitad de los comandantes de Hamas y más de 14,000 combatientes desde el inicio de la guerra, aunque hay señales de que el grupo ha resurgido en áreas de Gaza previamente despejadas por las fuerzas israelíes, las cuales devastaron grandes partes de la región en el proceso.
Reacciones y consecuencias
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante el ataque, dado que se produjo en una zona designada como humanitaria, donde decenas de miles de palestinos desplazados han buscado refugio. Organizaciones de derechos humanos han condenado el ataque, argumentando que representa una violación de las leyes internacionales que prohíben ataques indiscriminados contra civiles.
El portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, calificó el ataque como una «grave escalada de la guerra de genocidio», acusando a Israel de actuar sin consideración por la vida de los civiles. Por su parte, como se ha redactado, el gobierno israelí ha defendido sus acciones, afirmando que son necesarias para garantizar la seguridad de sus ciudadanos y desmantelar las capacidades militares de Hamás.