Los abogados del expresidente Donald Trump solicitaron a un juez federal que rechace la petición del fiscal especial, Jack Smith, de imponer una orden de silencio en el caso de los documentos clasificados. Además, se buscaba que declare a los fiscales que redactaron dicha solicitud en desacato.
Antecedentes del caso
El caso se remonta a agosto de 2022, cuando el FBI allanó la residencia de Trump en Mar-a-Lago, Florida. Durante esta intervención, se incautó cientos de documentos, algunos de los cuales estaban clasificados. Esto llevó a que se presentaran cargos penales contra Trump por retener información clasificada de manera ilegal después de dejar la presidencia.
Trump se ha declarado inocente de los 40 cargos que enfrenta, incluidos cargos por obstrucción y retención ilegal de información de defensa nacional. Sus abogados han argumentado que el expresidente tenía derecho a conservar esos documentos en virtud de la Ley de Registros Presidenciales del año 1978. Esta ley permite a los expresidentes mantener ciertos registros después de dejar el cargo.
Sin embargo, los fiscales han rechazado firmemente este argumento, afirmando que la ley no se aplica a documentos clasificados. Una jueza federal también rechazó recientemente el pedido de los abogados de Trump de desestimar el caso.
Respuesta a la orden de silencio
La oficina de Smith pidió a la jueza Aileen Cannon, que supervisa el caso en Florida, que limite la capacidad de Trump para hablar públicamente sobre la investigación del FBI en su propiedad de Mar-a-Lago en el año 2022. De hecho, Trump ha criticado repetidamente al FBI por su política sobre el uso de fuerza letal durante el registro. Tales alegaciones han sido rechazas por parte de el FBI.
En un escrito presentado el Día de los Caídos, los abogados de Trump calificaron la solicitud de la orden de silencio como una censura inconstitucional destinada a silenciar a Trump mientras compite por la presidencia. De esta manera, argumentaron que la petición se basa en afirmaciones vagas y sin fundamento sobre amenazas a los agentes del orden.
El fiscal especial “pide indebidamente a la Corte que imponga una orden de silencio inconstitucional al presidente Trump… basada en afirmaciones vagas y sin fundamento sobre amenazas al personal encargado de hacer cumplir la ley cuyos nombres han sido eliminados de documentos públicos y cuyas identidades ya están sujetas a una orden de protección”, redactaron los abogados defensores.
Los abogados también criticaron la propuesta de incorporar la orden de silencio a las condiciones de libertad previa al juicio. Esto permitiría a un oficial de libertad condicional decidir si los comentarios de Trump violan la orden. Así, señalaron que dicha situación podría llevar a disputas sobre la encarcelación de un oponente político. Además de rechazar la solicitud de la orden de silencio, los abogados de Trump pidieron sanciones contra los fiscales que participaron en la presentación de la moción.
Trump está bajo otra orden de silencio en el caso de interferencia electoral en Washington y en su juicio por pagos de dinero en Nueva York. El fiscal especial dijo que las declaraciones de Trump han puesto en peligro a los agentes del orden involucrados, quienes podrían testificar en el caso de los documentos clasificados. El fiscal general, Merrick Garland, y el FBI han negado que la operación de Mar-a-Lago fuera inusual o que la vida de Trump estuviera en peligro. Garland calificó las afirmaciones como falsas y peligrosas, mientras que el FBI aseguró que no hubo desviaciones de sus normas habituales.
Un futuro incierto
En última instancia, el juez Cannon tendrá que equilibrar estos intereses contrapuestos y decidir si la orden de silencio es apropiada y justificada en este caso. Su decisión podría tener implicaciones más amplias sobre los límites de la libertad de expresión en procesos judiciales de alto perfil. Independientemente de la decisión, este caso continúa siendo un punto focal en la saga legal de Trump y un reflejo de la polarización política que rodea su presidencia y su posible candidatura futura.