El 10 de abril de 2024, el presidente chino Xi Jinping recibió al expresidente de Taiwán pro partidario de entablar lazos con China, Ma Ying-Jeou, en Beijing. Esta reunión se produce en el contexto de las tensiones entre China y Taiwán. A pocas semanas de que el nuevo líder de la isla democrática, abiertamente anti-Beijing, juramente.
¿Cómo se llevó a cabo el encuentro entre ambos mandatarios?
La reunión se centró en la promoción de la unificación entre China y Taiwán. Xi elogió a Mao por oponerse a la independencia de Taiwán y comprometerse con el «Consenso de 1992». Así como promover el desarrollo pacífico a través del estrecho de Taiwán. El «Consenso de 1992» es un acuerdo informal entre China y Taiwán. El cual fue clave en el desarrollo de las relaciones en el estrecho de Taiwán. Este consenso se refiere a la idea de que solo hay una China, pero permite diferentes interpretaciones sobre qué constituye China. Aunque ha sido un punto de referencia para promover el desarrollo pacífico de las relaciones entre ambos Estados, este ha sido fuente de controversia. Taiwán ha negado la existencia de este acuerdo. Lo que refleja las diferencias de percepción y postura entre los dos territorios en relación con la reunificación. Por ello, la reunión entre Xi Jinping y Ma Ying-Jeou en Beijing se centró en este y su importancia para la promoción de la unificación entre ambos países.
Ma Ying-Jeou, dirigente de Taiwán entre los años 2008 y 2016, se encuentra actualmente en Beijing en una gira de 11 días por China. El momento de encuentro está cargado de simbolismo político. Ya que es la primera vez que un expresidente de Taiwán es recibido por el máximo dirigente chino en Beijing desde que el partido Kuomintang (KMT), de Chiang Kai-shek, huyó a Taipéi en 1949. Además, es la primera reunión de ambos personajes luego de la cumbre en Singapur en 2015.
En el discurso de apertura, el presidente chino elogió al ex-presidente Mao por oponerse a la independencia de Taiwán. Así como estar de acuerdo a que ambos lados pertenezcan al concepto de «una sola China». De hecho, Xi Jinping señaló que «Los compatriotas a ambos lados del estrecho de Taiwán son todos chinos. No hay rencor que no pueda resolverse, ni asunto que no pueda discutirse, ni fuerza que pueda separarnos» y que «La interferencia externa no puede detener la tendencia histórica de la reunión de la familia y el país». A ello, Ma Ying-jeou respondió que, aunque ambos lados tengan un sistema político diferente, ambos pertenecen a la nación china. «Si estalla una guerra entre las dos orillas del estrecho de Taiwán, será una carga insoportable para la nación china», señaló.
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¿Qué pasa entre China y Taiwán?
La tensión entre China y Taiwán tiene una historia profundamente arraigada en la historia de ambos territorios y su relación política. La isla de Taiwán ha pertenecido históricamente a China y su población es étnicamente china. Pero una serie de eventos bélicos y políticos han llevado a la separación de los dos territorios desde la década de 1940. La guerra civil china entre el Partido Nacionalista (KMT) y los comunistas chinos liderados por Mao Zedong jugó un papel importante en el contexto político de Taiwán. Después de la derrota del KMT en la guerra civil en 1949, el líder del KMT, Chiang Kai-shek, y sus seguidores se refugiaron en Taiwán. Donde establecieron la República de China (ROC).
Mientras tanto, en el continente, Mao fundó la República Popular China (RPC) con capital en Beijing. Ambos bandos consideraban a Taiwán como una parte integral de China, pero diferían en cuál era el gobierno legítimo: el del Partido Comunista en Pekín o el existente en Taiwán. Para el KMT, Taiwán nunca había sido parte del estado moderno chino, sino más bien parte del imperio chino histórico. Por otro lado, la RPC insiste en que Taiwán es históricamente parte integral del imperio y que su anexión para unificar finalmente al país es un problema que debe resolverse lo antes posible.
La situación se complicó aún más en 1971, cuando la ONU reconoció a la República Popular China como el único representante legítimo de China, lo que llevó a la expulsión de la República de China de la organización. Esto tuvo un gran impacto en el reconocimiento internacional de Taiwán, ya que muchos países comenzaron a inclinarse hacia la parte continental de China. En la actualidad, China se ha transformado en uno de los actores principales en el sistema internacional y Taiwán se declara a sí mismo como la República de China, con su presidenta electa Tsai Ing-wen en enero de 2016. Sin embargo, el reconocimiento internacional de Taiwán como un Estado independiente ha tenido una serie de fluctuaciones . Esto más con la creciente influencia económica de la República Popular China en el mundo.
De esta manera, las principales disyuntivas entre China y Taiwán incluyen la cuestión de la soberanía y la reunificación. China considera a Taiwán como una provincia que debe ser reunificada con el territorio continental, y no ha renunciado al uso de la fuerza para hacer valer sus reclamos. Por otro lado, Taiwán se considera a sí misma como una entidad política separada y soberana, con su propio gobierno, sistema político y fuerzas armadas. Las tensiones entre los dos territorios se han intensificado en los últimos años, especialmente durante la presidencia de Tsai Ing-wen, quien ha promovido una postura más firme en defensa de la soberanía y la independencia de Taiwán. La elección próxima de Lai Ching-te como presidente en enero de 2024, visto por Beijing como un «separatista peligroso», ha aumentado aún más las tensiones.