El día de hoy, 16 de febrero, murió en la cárcel el mayor opositor del régimen del presidente ruso Vladimir Putín. En medio de las irregularidades de su detención y constantes traslados, su muerte se suma a las demás interrogantes detrás de la persecución política que sufrió el líder Navalni.
Muerte bajo la condena
Alexei Navalny, de 47 años, era conocido como el mayor opositor que tenía el presidente Vladimir Putin en toda su gestión. El expolítico ruso cumplía una condena de 19 años por delitos que sus simpatizantes consideraban meramente político. Según fuentes del Servicio Penitenciario Federal del Distrito Autónomo, el día de hoy, Navalny realizó una caminata, como las suele dar; no obstante, al llegar a su destino, se comenzó a sentir mal y posteriormente perdió el conocimiento. La misma fuente penitenciaria, confirmó que se realizaron todas las medidas de reanimación pero sin ningún éxito. Las causas de la defunción aún no están confirmadas, según el mismo comunicado.
En torno a esta situación, se volvió viral un mensaje de Navalny para el documental que lleva su mismo apellido donde dice: «Mi mensaje, si me matan, es muy simple: no os rindáis» seguido de «“Si esto pasa, significa que somos inusualmente fuertes en ese momento, ya que decidieron matarme, y esa fuerza debe usarse. No os rindáis, somos una fuerza enorme oprimida por los malos porque no podemos darnos cuenta de lo fuertes que somos en realidad. Todo lo que se necesita para el triunfo del mal es la inacción de la gente buena”
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Quién era Alexei Navalni
Alexei Navalni fue un abogado y político ruso, el cual se posicionó durante la última década como el mayor opositor del régimen de Putin. La mayor parte de su carrera política la realizó en las filas del partido liberal Yaboko (1999-2017). En el 2011, al perder las elecciones legislativas, llamó a las protestas desde su blog y su cuenta de Twitter (actual X) para denunciar irregularidades en los comicios; dos días después unas cinco mil personas respondieron a su convocatoria. Posteriormente, después de su experiencia en las últimas elecciones, formó su ONG Fundación Anticorrupción, donde investigaba a funcionarios, autoridades y empresas rusas controladas por el Estado.
Durante los últimos años de su vida política, Navalny experimentó constantes atentados contra su vida y salud. En el 2019, presentó hinchazón en varias partes de su cuerpo, por lo que dejó entrever un intento de envenenamiento por parte del, según él, poder. Posteriormente, en el 2020, en pleno vuelo de una ciudad de Siberia a Moscú, el avión tuvo que realizar un aterrizaje de urgencia, ya que el líder ruso se encontraba inconsciente. La portavoz Kira Yármysh señaló que se analizaba un posible envenenamiento.
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El encarcelamiento
El 2021, cuando Alexei regresó de Alemania tras su envenenamiento, un tribunal de Moscú encarceló a Navalny por violar los términos de una sentencia suspendida en 2014 por fraude. El caso en su contra se basó en no presentarse periódicamente a la policía durante 2020. Las autoridades rusas tenían conocimiento de que Navalny estaba siendo tratado en Berlín por el caso de envenenamiento, por lo que la defensa comentó que dicha decisión era absurda. El encarcelado decidió realizar una huelga de hambre por las injusticias que estaba sufriendo por la detención y por las faltas de consideración a su salud. Dicha huelga culminó 24 días después al no haber respuesta de Rusia y por consejo de sus médicos privados.
En marzo de 2022, el tribunal incrementó su pena en 9 años debido a nuevos cargos de malversación de fondos y desacato al tribunal, y también lo trasladaron a una cárcel con peor reputación. Sin embargo, esto no fue la última extensión de su condena, porque en el 2023 la pena ascendió 19 años más, lo cual significó su traslado a una cárcel mucho más difícil que las dos anteriores.