La inesperada y trágica partida del ex presidente chileno Sebastián Piñera, debido a un accidente aéreo, ha sumido al país en una profunda consternación. Con una destacada presencia en los ámbitos empresariales y políticos, Piñera logró recuperar el poder para la derecha chilena a través de procesos democráticos, gobernando en dos ocasiones.
En las últimas horas, diversos sectores políticos chilenos han expresado sus condolencias y reconocimiento hacia Piñera, destacando de manera transversal su gestión y memoria. El presidente Gabriel Boric ha subrayado el perfil democrático del ex mandatario, anunciando tres días de duelo nacional en su honor.
Compromiso democrático
La figura de Piñera se erige como un demócrata comprometido desde sus primeros pasos, según las palabras del propio presidente Boric, quien es la contraparte ideológica del exmandatario. A pesar de su orientación política hacia la derecha, Piñera se distinguió por su rechazo abierto a la dictadura de Pinochet, participando activamente en procesos democráticos clave.
En el plebiscito del 5 de octubre de 1988, Piñera marcó un hito al expresar públicamente su voto por el «No». Aquel día representó el fin de la dictadura militar liderada por Augusto Pinochet, y el respaldo de Piñera contribuyó al triunfo de la opción que abría las puertas a la transición democrática en Chile.
Sin embargo, su compromiso democrático no se limita a ese episodio histórico. En una reveladora entrevista con el periódico La Tercera, Piñera destacó su coherencia al mencionar que no solo votó por el «No» en 1988, sino también en 1978, en una consulta sobre la «intromisión» de Naciones Unidas en asuntos internos, y en 1980, en un referéndum sobre la Constitución de Pinochet.
Estos votos reflejan una postura constante contra medidas que pudieran atentar contra la democracia y los derechos fundamentales. Piñera se devela como un defensor coherente de la libertad y la participación ciudadana en decisiones cruciales para el destino de Chile.
Su rechazo a la dictadura de Pinochet y su participación activa en procesos democráticos fundamentales no solo han dejado una huella indeleble en la transición hacia un Chile democrático, sino que también subrayan su compromiso con la construcción y preservación de un sistema político sólido, basado en valores fundamentales y respeto a los derechos humanos.
En la memoria colectiva, Sebastián Piñera perdura como un líder que, más allá de sus roles políticos y empresariales, se destacó por su valiente postura en la defensa de la democracia y la participación ciudadana, sentando así las bases de un legado democrático que trasciende generaciones.
Desafíos en la carrera política
La carrera política de Piñera estuvo marcada por hitos significativos, como la reconstrucción tras el terremoto de 2010 y el exitoso rescate de los mineros en la Mina San José. Sin embargo, su último periodo se vio empañado por el estallido social de 2019, cuestionando sus políticas asociadas a la dictadura de Pinochet, generando críticas y demandas de renuncia.
A pesar de liderar una «derecha distinta», Piñera también enfrentó críticas internas dentro del propio sector conservador. Su rechazo a la dictadura y su condena a los «cómplices pasivos» de la misma resaltaron su compromiso con los valores democráticos.
Éxito empresarial
Además de su carrera política, la hábil trayectoria empresarial de Piñera también dejó una huella significativa. Su éxito en los negocios lo llevó a forjar una fortuna cercana a los 3.000 millones de dólares, consolidándolo como una de las mayores fortunas de Chile. Este aspecto de su vida también contribuyó a su reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional.