La situación de violencia que vive Ecuador, donde bandas criminales han desafiado al Estado con motines, secuestros, atentados y asaltos, ha generado preocupación en Perú, que comparte una amplia frontera con el país vecino. Ante el temor de que el conflicto se extienda a su territorio, el Gobierno peruano ha tomado medidas para reforzar la seguridad en las cárceles y las zonas limítrofes.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró el lunes un estado de excepción en todo el país y movilizó a las Fuerzas Armadas para hacer frente a la acción violenta de grupos de delincuencia organizada, que controlan gran parte de las cárceles ecuatorianas. Noboa también anunció que deportará a 1.500 presos extranjeros, entre ellos colombianos, venezolanos y peruanos, para reducir el hacinamiento carcelario.
La respuesta del jefe del INPE
Según el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) de Perú, Javier Llaque, hay unos 100 peruanos en las cárceles de Ecuador, de los cuales 15 pertenecen a la banda ‘Los Tiguerones’, dedicada al narcotráfico, la extorsión, el sicariato y el tráfico de armas. Esta organización nació de ‘Los Choneros’, una poderosa pandilla carcelaria cuyo líder, Jorge Luis Zambrano, alias ‘Rasquiña’, fue asesinado en diciembre de 2020. Actualmente, las prisiones peruanas albergan a 4500 reos extranjeros, de los cuales 3300 son de nacionalidad venezolana y solo 162 son ecuatorianos.
Llaque advirtió que si Ecuador expulsa a los reos peruanos, Perú hará lo mismo con los 162 ecuatorianos que se encuentran en sus prisiones, en un “tema recíproco”. Sin embargo, dijo que mantienen el control de los penales y que han realizado un megaoperativo de requisa en todas las cárceles del país, donde se hacinan unos 94.850 presos. En el operativo, se hallaron decenas de celulares, drogas y otros objetos prohibidos. Según Javier Llaque, el objetivo es evitar lo ocurrido en Ecuador y mantener el principio de autoridad en los penales.
Por otro lado, el INPE también ha anunciado planes para adquirir escáneres corporales y abrir una escuela de seguridad penitenciaria con el fin de mejorar la capacitación de los agentes y evitar la entrada de objetos prohibidos a las cárceles. Además, se espera instalar cerca de 500 grilletes electrónicos este año para el deshacinamiento de las prisiones.
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Dina Boluarte respalda a Noboa
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, expresó su respaldo a Noboa y le ofreció trabajar unidos en defensa de la democracia, pero no abordó el tema de la deportación de reos. Boluarte declaró que la eventual expulsión de presos peruanos deberá seguir un “debido proceso” y que las fronteras “están protegidas” con el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Asimismo, declaró el estado de emergencia en las regiones limítrofes con Ecuador para impedir el ingreso de criminales. «Si es que se diera el caso, obviamente van a ir presos», aseguró la mandataria sobre el anuncio de Noboa.
Ante la situación, gobernadores regionales peruanos como Werner Salcedo, Luis Neyra y Sigismundo Cruces han pedido a la presidenta Dina Boluarte que se reúna con Noboa para frenar la medida. Según Neyra, la deportación de presos peruanos pondría al país en desventaja en términos de seguridad, ya que Perú ya enfrenta problemas con bandas delictivas. Por su parte, Cruces señaló que si la medida se concreta, la vigilancia en la frontera debería ser extrema.
¿Qué ha pasado en Ecuador?
La crisis de violencia en Ecuador se ha agravado en los últimos días, con una serie de acciones coordinadas por las bandas criminales, que se disputan el control del territorio y el tráfico de drogas. Ecuador se ha convertido en uno de los países más violentos del mundo, con 45 homicidios intencionados por cada 100.000 habitantes en 2023, según datos oficiales. El país, ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína, se ha transformado en un nuevo bastión del narcotráfico, con una veintena de bandas enfrentadas por el dominio del negocio ilícito, pero unidas en su lucha contra el Estado.
Esta situación podría tener varios impactos negativos en el Perú, especialmente en las regiones fronterizas, como el aumento de la inseguridad y el tráfico de drogas hasta la afectación de la economía y la presión sobre las autoridades peruanas. Por lo tanto, es importante que el Perú estreche la cooperación con Ecuador y trabajen juntos para abordar este problema regional.