El santuario histórico de Machu Picchu es una de las maravillas del mundo y el principal atractivo turístico del Perú. Sin embargo, se ha convertido en el escenario de una controversia entre el Ministerio de Cultura (Mincul) y los gremios turísticos locales.
El Ministerio de Cultura postergó el inicio de la venta de boletos a Machu Picchu para el 2024 a través de la empresa Joinnus, tras las protestas de los gremios turísticos de Cusco. Estos últimos rechazan la medida y denuncian una posible privatización del patrimonio cultural.
El Mincul había anunciado que, desde el 20 de diciembre de este año, los boletos para ingresar a Machu Picchu durante el 2024 estarían disponibles en la plataforma virtual tuboleto.cultura.pe. En dicha página también se ofrecen entradas para otros sitios arqueológicos y museos del país. Sin embargo, la entidad decidió postergar la medida hasta el próximo año ante las protestas y el rechazo de los operadores turísticos, las autoridades y la sociedad civil de Cusco.
Los argumentos del Mincul y de los gremios turísticos
Los gremios turísticos de Cusco argumentan que la venta virtual de entradas en una sola plataforma afecta sus intereses, limita el acceso de los visitantes, favorece a una empresa privada y pone en riesgo la conservación del patrimonio cultural. Además, cuestionan la transparencia y la legalidad del contrato entre el Mincul y Joinnus. Igualmente, cuestionan la falta de consulta y participación de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco (DDC Cusco) y de los actores locales en la decisión.
Por su parte, el Mincul defiende la venta virtual de entradas como una medida que busca mejorar la gestión cultural, garantizar la eficiencia en los servicios, promover el turismo interno y evitar la informalidad y el acaparamiento de boletos. Asimismo, descarta cualquier plan de privatización de Machu Picchu y asegura que la contratación de Joinnus se realizó en estricto cumplimiento de la normativa de contrataciones del Estado.
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Pronunciamiento de la ministra de Cultura
La ministra de Cultura, Leslie Urteaga, manifestó su disposición al diálogo y a la paz. Señaló que su sector se tomará unos días para familiarizar la plataforma virtual con los potenciales usuarios. Además, confirmó que se seguirá con la venta presencial de mil boletos en Machu Picchu Pueblo, mientras se continúe el diálogo con las autoridades y la sociedad civil. También informó que la DDC Cusco entrará en un proceso de reorganización administrativa para transparentar sus procesos y brindar mejores servicios a los ciudadanos.
La polémica por la venta virtual de entradas a Machu Picchu se produce en un contexto de reactivación del turismo tras la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia de la Covid-19. Según el Mincul, el aforo máximo para el 2024 será de 4,500 visitantes por día, y en ocasiones puntuales podría ampliarse a 5,600. Asimismo, se han establecido tarifas promocionales con un descuento del 50 % para algunos horarios de ingreso.
Tensiones entre centralismo y regionalismo
La venta virtual de boletos a Machu Picchu ha generado un conflicto social y político en la región Cusco, que ha puesto en evidencia las tensiones entre el centralismo y el regionalismo, así como los intereses y las demandas de los diversos actores vinculados al patrimonio cultural y al turismo.
Los opositores a la venta virtual han mantenido sus protestas y sus reclamos, exigiendo la anulación del contrato con Joinnus, la renuncia de la ministra de Cultura y el respeto a sus derechos. Además, han expresado su preocupación por el futuro de Machu Picchu y su conservación.
La venta de boletos a Machu Picchu es un tema sensible y complejo, que involucra aspectos culturales, económicos y ambientales. Esto requiere de una gestión transparente, participativa y eficiente, que garantice el acceso, la seguridad y la sostenibilidad de la maravilla del mundo. Se espera que se encuentre una solución que satisfaga a todas las partes involucradas y que se pueda garantizar un acceso adecuado a la ciudadela inca.