La mañana del miércoles, la Fiscalía de la Nación comenzó las investigaciones preliminares en contra de Alejandro Soto, presidente del Congreso. Esto ocurrió tras la divulgación de los chats de los trabajadores en su despacho congresal. Allí, se muestran las coordinaciones que se realizaban para financiar la publicidad a favor de Soto en las redes sociales.
Mediante una publicación en la red social de Twitter, el Ministerio Público hizo oficial esta información. Las autoridades del organismo público lo investigan como presunto autor del delito contra la administración pública en modalidad de concusión. De la misma forma, se cuestiona a Phenélope Contreras por su participación en dicho acto ilícito. «La investigación también comprende a la ciudadana Phenélope Jhoana Contreras Cabezas como presunta cómplice del referido delito», indicó el Ministerio Público.
Como se recuerda, trabajadores de Alejandro Soto pagaron publicidad con sus sueldos para defenderlo ante las críticas en redes sociales y en programas del Cusco. Esto se realizó mediante el uso de cuentas falsas en Facebook para limpiar la imagen del presidente del Congreso. Así lo evidenció un reportaje del programa dominical Cuarto Poder el domingo pasado.
En el programa, se mostraron conversaciones en las que cada mes los empleados de Alejandro Soto acordaban contribuir un monto como parte de una cuota «voluntaria». Con la cantidad recaudada se pagaba el costo de la publicidad en Facebook. Sobre ese tema, se compartió un audio de Phenélope Contreras, trabajadora de su despacho, en el que dice: «Doccito, cómo estás, buenas tardes. No te olvides de pasarme el pago de la publicidad. Cincuenta es de noviembre y si gustas pagas de una vez de diciembre».
Dardo a la prensa
Asimismo, Alejandro Soto criticó a los medios de comunicación y los acusó de realizar una campaña para dañar su reputación. Afirmó que esta estrategia no le afecta, ya que, según él, los periodistas no tienen poder de voto en el hemiciclo.
A través de RTV El Diario de Cusco realizó dichas declaraciones el pasado 22 de agosto. «La prensa limeña no quiere perder y me da duro, y me sigue dando duro. Pero se equivocan conmigo porque poco o nada me interesa lo que ellos digan. Los periodistas no votan en el Congreso de la República», mencionó.
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«Los periodistas pueden tener cuestionamientos a mi persona, eso se verá en instancias judiciales si tengo responsabilidad, pero no en instancias parlamentarias. ¿Qué cosa van a lograr? Solo descalificarme como persona. Eso no va a decidir mi futuro como presidente del Congreso», aseguró.