Diana Álvarez, quien ocupa el cargo de Directora del Programa Sectorial IV de la Dirección General de Ciudadanía Intercultural, presentó una carta de renuncia irrevocable dirigida a Leslie Urteaga, la titular del Ministerio de Cultura. Esta decisión se tomó tras el encuentro entre el grupo extremista de derecha conocido como La Resistencia y el exviceministro del mencionado ministerio, Juan Reátegui Silva.
En la carta, Diana Álvarez señala los retos que afronta la Dirección General de Ciudadanía Intercultural. Ella menciona que, desde su «punto de vista técnico, obligan a tomar distintas decisiones y estrategias que difieren de las formas en las que usted y su equipo están impulsando al sector».
Además, indica que la reunión que se realizó entre el Ministerio de Cultura con La Resistencia no fue convocada por su equipo. «Pusimos en conocimiento de la alta dirección nuestra posición, a través de la ficha técnica que se nos solicitó completar. A pesar de ello, durante el transcurso de otra reunión, hicieron pasar a los integrantes de La Resistencia para atender el requerimiento de su despacho y de la oficina de comunicaciones», agregó Álvarez en su comunicado.
Por último, Diana Álvarez destaca que tiene un profundo respeto por el Ministerio de Cultura como institución. Sin embargo, considera que sus principios y convicciones profesionales «se han visto melladas con el accionar de la actual gestión».
Reunión con la Resistencia
El pasado 10 de julio, la cuenta oficial de Twitter del Ministerio de Cultura publicó fotografías de una reunión entre el viceministro de Cultura, Juan Reátegui Silva, con el presidente del grupo de extrema derecha La Resistencia, Juan Muñico Gonzales. También, contó con la compañía de otros integrantes de esta organización. En la publicación del ministerio liderado por Leslie Urteaga, explican que dicho encuentro se da «en el marco de la política de puertas abiertas».
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La publicación generó debate en las redes sociales. Tras ello, el Mincul emitió un comunicado. En él, afirmó que la reunión con el grupo extremista es parte de su estrategia «Perú sin racismo». Además, indica que no implica respaldo ni complicidad con actividades ilegales o violentas de ninguna manera. «Rechazamos de forma enérgica todo tipo de violencia, venga de donde venga, de persona natural u organización. Reafirmamos que la cultura es una vía que nos debe unir como hermanos y hermanas», se lee en el comunicado.