En las últimas semanas, Estados Unidos publicó dos videos en los cuales China realizaba movimientos aéreos y navales de alto riesgo. Ambos casos elevan las tensiones entre las naciones. Sin un diálogo confiable en defensa o relaciones diplomáticas estables, estas acciones resultan amenazadoras.
Concretamente, el pasado domingo, un buque militar chino tuvo un encuentro cercano con el destructor USS Chung-Hoon de Estados Unidos. El buque chino se adelantó y cruzó por delante de la proa del destructor estadounidense a una distancia de unos 137 metros, razón por la cual los norteamericanos tuvieron que reducir su velocidad para evitar el choque. Una colisión en el estrecho de Taiwán podría llevar a una grave escalada entre los ejércitos.
El espacio aéreo también fue escenario de una situación similar semanas atrás. Un caza chino J-16 voló por delante de una aeronave de la Fuerza Aérea estadounidense sobre el Mar de China Meridional, lo cual también despertó malestar en Estados Unidos.
El pasado lunes, John Kirby, portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, comunicó las preocupaciones frente a las recientes interacciones entre las fuerzas de ambos países en espacio internacional. El portavoz sentenció que Estados Unidos se enfrenta con un creciente nivel de agresividad, especialmente en el estrecho de Taiwán y el mar de China Meridional.
Kirby describió el accionar chino como inaceptable, frente a lo cual Estados Unidos está preparado para abordar el tema. En este sentido, también declaró que el problema con dichas intercepciones no profesionales es que no va a transcurrir mucho tiempo más hasta que alguien salga herido. Estos eventos pueden elevar el conflicto en una región clave de la política internacional.
El funcionario norteamericano solicitó a Beijing una justificación de su accionar, agregando que la manera en que China realiza las intercepciones no está en conformidad con el derecho internacional. El mismo lunes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China realizó un comunicado al respecto, donde expresó que las medidas tomadas por los militares chinos son completamente razonables, profesionales y seguras. De este modo, ninguna de las naciones asume la culpabilidad en estas maniobras.
China manifestó que las provocaciones de Washington eran la causa de los problemas de seguridad y señaló a los militares occidentales que, si quieren evitar un aumento de riesgos y tensión, se mantengan fuera de los espacios aéreos y navales cerca de sus fronteras.
Frente a estas tensiones, se reunieron altos funcionarios del Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad de Estados Unidos con funcionarios chinos en Beijing durante esta última semana. Según diversos comunicados, ambas partes tuvieron “discusiones sinceras y productivas” en un intento por abrir las líneas de comunicación luego de los incidentes.
Además, se espera que en las próximas semanas el secretario de Estado, Antony Blinken, realice el viaje a China, el cual estaba previsto para febrero, pero se pospuso debido al incidente con el globo chino derribado. Esta reunión podría convertirse en un importante paso para restablecer el diálogo y evitar una escalada en los conflictos. Sin embargo, se está a la espera de la confirmación del viaje, teniendo en cuenta la negativa china a realizarlo.