En una nota de estudios del Banco Central de Reserva del Perú publicada recientemente, la entidad informó sobre los préstamos que toman los empresarios/comerciantes informales en su imposibilidad de acceder al crédito que ofrece el sistema financiero.
El estudio que realizó el BCRP fue mediante sus siete sucursales a lo largo del territorio nacional, las cuales encuestaron a MYPES (Micro y Pequeña Empresas) el día 13 de este mes, principalmente a las que pertenecían a los sectores comercio, manufactura y agricultura. En adición, encuestaron a entidades microfinancieras respecto a los créditos que otorgarían a prestamistas informales.
El BCRP informa que uno de los principales resultados es la presencia importante presencia de prestamistas informales extranjeros, que desplazaron a los prestamistas informales locales, especialmente en las localidades del centro y norte del país, así como algunas ciudades de la sierra como Cajamarca y Juliaca. Encontraron que los montos varían desde S/100 hasta los S/10000.
Respecto a los créditos informales, estos se otorgan sin garantía y la tasa de interés promedio es de 20% mensual, lo cual se convierte en 793% de tasa efectiva anual, cifra notablemente por encima de lo que cobran las entidades financieras formales. Estas últimas, según la SBS, cobran en promedio 68.8% anual para las micro empresas y 81.23% para las pequeñas.
En adición, los cobros son diarios, y quienes acceden a este tipo de préstamo corren peligro, puesto que el incumplimiento del pago puede llevar a mecanismos de cobro delincuenciales por parte de los prestamistas. Estos préstamos tienen los nombres de “Paga Diario” y “Préstamo por Goteo”. Este último también es conocido como “Gota a Gota”
En el caso de los prestamistas peruanos, también cobran tasas elevadas, pero menores a las de los extranjeros, y sus préstamos si requieren una prenda en garantía. Estos se suelen prestar a personas del entorno, conocidas por los prestatarios.
Los préstamos otorgados en las zonas con mayor presencia de prestamistas informales corresponden entre el 70 y 80 por ciento del total de créditos que las localidades con poca presencia financiera formal en el Perú toman.