El pasado 17 de noviembre, Aníbal Torres planteó una cuestión de confianza ante el Congreso de la República. El objetivo de esta medida era derogar la Ley 31399 que limita el referéndum en la Constitución. Sin embargo, una semana después, el 24 de noviembre, el Tribunal Constitucional la declaró infundada bajo el fundamento de la inconstitucionalidad. Por ende, la Mesa Directiva del Congreso no la admitió. Posteriormente, debido a la crisis total del Gabinete por la inadmisión de la cuestión de confianza, Aníbal Torres renunció a la Presidencia del Consejo de Ministros.
Cuando Torres presentó la cuestión de confianza aseguró que el Gobierno interpretaría como «rechazo» cualquier impedimento que limite el avance de la medida. Es habitual que se interprete así a la votación negativa de esta cuestión tras la discusión del Pleno. Sin embargo, debido a que la Constitución Política del Perú no especifica lo comprendido como el «rechazo» de una cuestión de confianza, Torres advirtió que cualquier caso distinto a la aprobación de la cuestión sería interpretado de ese forma.
Es de suma importancia precisar que dado que el Ejecutivo tiene la facultad de disolver el Congreso tras el rechazo de dos cuestiones de confianza, este episodio es determinante para la prevalencia del Pleno actual y la fortaleza de las fuerzas de oposición. Por consiguiente, será crucial que se aclare en los días venideros si la inadmisión de esta cuestión de confianza por inconstitucionalidad puede ser interpretada como un rechazo.
En otras palabras, debe definirse si esta cuestión de confianza no admitida es válida y cuenta como una «bala de plata» perdida para el Congreso o si debido a su inconstitucionalidad esta pierde validez y el Congreso aún mantiene sus dos «balas de plata».
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Inadmisión de la cuestión de confianza
Para que una confianza pueda ser discutida y votada en el Pleno del Congreso, primero debe ser admitida por la Mesa Directiva. En este caso, esta está compuesta por los parlamentarios José Williams, Martha Moyano, Digna Calle y Alejandro Muñante. Debido a su carácter inconstitucional, como recalcó el Tribunal Constitucional, Williams, Moyano y Muñante decidieron «rechazar de plano» la cuestión de confianza.
No obstante, la congresista Digna Calle votó contrariamente al resto de la Mesa Directiva. Calle indicó que su decisión se debió al artículo 86 del Reglamento Interno del Congreso. Este menciona que de ser «rehusada» la cuestión de confianza, el premier debe renunciar. Asimismo, que la Mesa Directiva debe «rechazar de plano» aquellas cuestiones de confianza presentadas por parlamentarios. Sin embargo, una vez más, no se determina la definición concreta de lo entendido por «rehusar» esta cuestión.
Desafortunadamente, tras el anuncio del rechazo de plano de la cuestión de confianza, se percibieron altercados y cruces de palabras entre miembros de las bancadas de Fuerza Popular, Perú Libre y la Bancada Magisterial.
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Renunció Aníbal Torres y respondió el Ejecutivo
Tras la decisión de la Mesa Directiva, Aníbal Torres presentó su renuncia a la Presidencia del Consejo de Ministros. Esta fue aceptada por el presidente Castillo, quien posteriormente comunicó que el 25 de noviembre juramentaría el nuevo Gabinete.
Sin embargo, el mandatario y sus ministros decidieron responder al Congreso. En primera instancia, el maestro chotano le dijo a los parlamentarios lo siguiente:
«Invoco al Congreso de la República a respetar el estado constitucional de derecho, el derecho del pueblo, la democracia y el equilibrio de poderes. Recapaciten, señores congresistas, pues los grandes anhelos e interés de la ciudadanía no pueden quedar truncos por intereses desmedidos de algunas élites o minorías»… «Es necesario exhortar a quienes desde el Congreso hasta ahora siguen forzando con insistencias de vacancia, con denuncias falsas, con desnaturalizadas suspensiones e inhabilitaciones políticas, burdas acusaciones como traición a la patria, que no son otra cosa que burlar y darle la espalda a la voluntad soberana de los ciudadanos que los expresaron en las urnas».
Pedro Castillo, presidente de la República
Debido a la naturaleza dudosa de la interpretación del «rechazo de plano» de la cuestión de confianza, los comentarios de Castillo dan pie a suponer que buscará disolver el Congreso presentando una nueva cuestión de confianza luego de que el próximo Gabinete juramente. Además, estas suposiciones se tornan aún más preocupantes tras sus declaraciones en la reunión con la Asamblea Nacional de los Pueblos del Perú. En esta, el presidente aseveró que tomará acciones «juntamente con el pueblo» mientras los dirigentes nacionales le reclamaban que cerrase el Congreso. De la misma manera, Pedro Castillo en su último mensaje recalcó que su Gobierno interpreta esta decisión como un «rehusamiento expreso» de la cuestión de confianza.
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Respuesta del Congreso
Posteriormente a las declaraciones de Castillo, el presidente del Congreso, José Williams, sostuvo que solo el Legislativo puede interpretar el rechazo de la cuestión de confianza. Williams recordó que la interpretación de esta es una facultad exclusiva y excluyente del Parlamento. Asimismo, mencionó que sería inconstitucional que lo haga.
El congresista Jorge Montoya opinó de manera similar. Según el parlamentario, la interpretación de este tipo de medidas por parte del Ejecutivo es inconstitucional. Además, aseguró que sería motivo de una acusación constitucional en contra del jefe de Estado.
Por otro lado, la parlamentaria Adriana Tudela indicó que sería erróneo interpretar el «rechazo de plano» como un rehusamiento expreso de la cuestión de confianza, debido a que la Mesa Directiva la declaró inadmisible y no se debatió ni votó.