Debido a la convocatoria de una marcha a favor de Castillo, llamada «La Toma de Lima», el Congreso se ha visto obligado a suspender la sesión del Pleno programada para mañana 10 de noviembre. Los protestantes perulibristas, sindicales y reservistas harían cuatro pedidos: La renuncia de la fiscal de la nación, Patricia Benavides; la reforma del sistema judicial peruano; el cierre del Congreso y una nueva Constitución Política del Perú. Por tanto, dada la postura agresiva y violenta de estos grupos, se tomó la decisión de suspender la asistencia de los parlamentarios al Palacio Legislativo, pues este podría ser un objetivo de los defensores del mandatario.
Sesión del pleno del Congreso del jueves 10 de noviembre
Además de tocarse diversos proyectos de ley de las comisiones del parlamento, la sesión del 10 de noviembre habría sido relevante tanto para los congresistas como para el presidente. Los dos primeros puntos en la agenda de la sesión suspendida se trataban de pedidos de salida del país hechos por Castillo. El primero sería del 24 al 26 de noviembre para asistir a la XVII Cumbre de la Alianza del Pacífico que se celebrará en Ciudad de México. Además, el jefe de estado también solicitó ausentarse del territorio nacional el 28 y 29 de noviembre para acudir al Encuentro Presidencial y IV Gabinete Binacional entre el Perú y Chile. Estas actividades se llevarán a cabo en la capital de Chile.
La discusión de las solicitudes habría sido fundamental, dado que las últimas tres veces que el profesor chotano realizó un pedido similar, estos se le fueron negados. Asimismo, habría resultado beneficiosos para el Congreso la discusión de las razones de la negativa. Recordemos que en las últimas oportunidades, diferentes legisladores criticaron la aparente apatía de Castillo por rendir cuentas ante la justicia peruana e hicieron hincapié en la relevancia de su permanencia en el país durante la visita de la OEA.
No obstante, finalmente se suspendió la sesión tras una reunión con el jefe de la Región Policial de Lima y el jefe de la Oficina de Prevención y Seguridad del Congreso, porque se llegó a la conclusión de que «La Toma de Lima» supondría un enorme riesgo para los parlamentarios. Como indica el comunicado de la suspensión del Pleno, durante la protesta se cree que:
«se llevarían a cabo acciones de protesta con actos de violencia contra la propiedad pública y privada, debido a la posible infiltración de grupos radicales y extremistas dentro de los manifestantes, que podrían ocasionar un desborde social y la alteración del orden público»
José F. Cevasco Piedra, Oficial Mayor del Congreso de la República
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«La Toma de Lima»
Durante la semana, y como respuesta a la marcha en contra del presidente del 5 de noviembre, las redes sociales han sido la avenida de difusión de la convocatoria de «La Toma de Lima». Tanto reservistas, presuntos manifestantes y perulibristas han compartido volantes relacionados con la marcha del jueves 10 de noviembre. En estos, se hace un llamamiento a los reservistas de las Fuerzas Armadas (F.F.A.A.) y demás partidarios oficialistas para que se movilicen a la capital y remuevan forzosamente al Congreso y Fiscalía.
Aunque a priori esta convocatoria parezca venir desde los brazos radicales de Perú Libre, es importante recordar que los reservistas son reconocidos seguidores del etnocacerista Antauro Humala. Por tanto, llama la atención que, hasta el momento, Humala no se haya pronunciado acerca de la marcha. Sin embargo, sus aparentes seguidores aseveran, por las redes sociales, que el ex convicto estaría detrás de este llamamiento.
Asimismo, mediante la red social de Twitter, ciudadanos se han dispuesto a reportar sobre la protesta. Por ejemplo, en el siguiente video, una usuaria de la plataforma muestra material audiovisual de la movilización de los protestantes hacia la capital peruana: