Para mantener un crecimiento positivo y sostenible, la innovación surge como un pilar clave e impulsor de un pleno desarrollo económico. Asimismo, ante un entorno globalizado e interconectado, ser competitivo internacionalmente termina siendo una obligación.
Posicionamiento de innovación peruana en América Latina
La 15va edición del índice Mundial de Innovación (IMI) señaló que Perú se ubicó en el sexto lugar a nivel latinoamericano (y puesto 65 a nivel global), en el respectivo ranking. Del mismo modo, destaca el hecho de que su rendimiento se ubicó por encima de lo esperado para su nivel de desarrollo.
Se pudo escalar de la posición 70 a la 65 en un año, gracias al buen posicionamiento de indicadores de Capital Humano e Investigación (puesto 47) y Sofisticación de Mercado (puesto 40). No obstante, elementos como la Infraestructura (puesto 79), así como conocimiento y producciones tecnológicas (puesto 90) fueron criterios en donde Perú tuvo pésimo desempeño.
Innovación bajo Fintech dentro del caso peruano
Un importante elemento donde el Perú demostró liderazgo en innovación fue en indicadores de disponibilidad de préstamos de instituciones microfinancieras. El crecimiento de las Fintech es fundamental para ampliar la gama de productos financieros que puedan disponer los agentes económicos.
Recientemente, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) publicó en su boletín semanal la visión en relación a este concepto que cada vez gana más fuerza, así como las acciones de desarrollo regulatorio que permiten promover la innovación financiera.
Por un lado, destacan el impacto positivo que tienen las Fintech en la cadena de generación de valor. Esto porque permiten reducir los problemas de información asimétrica entre agentes, y brindan herramientas con mayor eficiencia y flexibilidad, llegando a reducir costos de transacción. Asimismo, el enriquecimiento del proceso de creación de valor dentro del sistema financiero genera que el enfoque del negocio se centre más hacia la experiencia del cliente.
Debido a las relaciones de complementariedad entre las principales empresas supervisadas por la SBS y las Fintech, para un óptimo desarrollo del ecosistema financiero, los reguladores tienen un rol vital de definir y velar por el cumplimiento de las reglas de juego, para que se cree un ambiente propicio de desarrollo e implementación de innovaciones tecnológicas financieras.
Considerando la heterogeneidad de los modelos de negocios e innovaciones tecnológicas, aparecen riesgos que justifican acciones regulatorias que permiten promover el desarrollo innovador pero estable de los sistemas financieros.
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A pesar de la innovación, ¿somos competitivos?
Se reconoce que para un crecimiento y desarrollo sostenible es de suma importancia demostrar la capacidad innovadora del país. Pero no se trata de solo atraer inversiones, sino de retenerlas y consolidar una posición competitiva a nivel internacional.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) provee el Índice de Competitividad Internacional (ICI) que permite medir la capacidad de generar y mantener relaciones de inversión en 43 países. Tras analizar indicadores macroeconómicos, del sistema político e innovación, Perú se ubica en el puesto 34, situado en la categoría de competitividad media baja.
La fortaleza del Perú es su estabilidad macroeconómica, hecho que contribuye a mantener credibilidad en sus instituciones encargadas de velar por la política económica. No obstante, a nivel de desempeño de gobierno y sistema de derecho, deja mucho que desear.
Consideraciones finales
Han habido avances relevantes en términos de innovación, pero todavía queda mucho por hacer. A pesar de que se logra convertir escenarios problemáticos en oportunidades de ganancia, y la credibilidad alcanzada por instituciones que velan por la estabilidad macroeconómica, el resto de instituciones del Estado debe dejar de continuar fomentando el ruido político e incertidumbre, y concentrarse en brindar incentivos y herramientas clave para desarrollar un ambiente óptimo para la inversión e innovación.