Remezón en Torre Tagle. Dos diplomáticos peruanos habrían dimitido por una misma razón: el nombramiento de Miguel Rodríguez Mackay como canciller. En medio de la crisis política ocasionada por el Gobierno de Turno, Manuel Rodríguez Cuadros y Harold Forsyth Mejía renunciaron a sus cargos de representantes permanentes del Perú ante las Naciones Unidas y la OEA, respectivamente. Además, ambos funcionarios remitieron sus cartas de dimisión al presidente Castillo, quien afronta seis investigaciones fiscales por corrupción.
El último 7 de agosto, Forsyth comunicó su renuncia al jefe de Estado. Asimismo, informó que durante un año [tiempo permanecido en ese puesto] trató de afirmar el compromiso del país con el respeto a los derechos humanos; así como con «los sectores más vulnerables de la sociedad y con los valores permanentes de la política exterior del Perú, incluyendo la defensa del estado de derecho». «No obstante, tengo discrepancias con algunas decisiones recientes, especialmente considerando la celebración de la próxima Asamblea General de la OEA, en Lima, compromiso que los peruanos obtuvimos por aclamación en noviembre de 2021», detalló.
El problema: ¿Mackay?
Ese mismo día, desde la ciudad de Nueva York (Estados Unidos), Rodríguez envió su carta de renuncia a Castillo. «La diplomacia multilateral en las Naciones Unidas ha incrementado la presencia peruana en las operaciones de mantenimiento de la paz», precisó en la misiva. La designación de Mackay como canciller no solo habría generado la renuncia de Manuel Rodríguez y Harold Forsyth. Además, sería el causante de la incertidumbre en Torre Tagle.
Esta no es la primera vez que Mackay aparece en la escena política. Antes de asumir el Ministerio de Relaciones Exteriores, insinuó una presencia comunista en el Ejecutivo.
En una columna titulada ‘Bolcheviques por mencheviques’ escribió: «El nuevo Gobierno del Perú querrá quedarse en el poder. Por eso, han acudido, sin ocultarlo, a un gabinete ad hoc. […] Para ello, acudirán al populismo para lograr sus objetivos; como la Asamblea Constituyente que quieren a cualquier precio, y que consagre la sucesión en el poder, que sería lo mismo que la perpetuación en el Perú. […] Nadie debe escandalizarse, porque fueron advertidos de la realidad que vivimos».
Asimismo, Mackay se opone al Acuerdo de Escazú. Porque, según él, dicho tratado atenta contra la soberanía del país. Sin embargo, el Escazú asegura la participación ciudadana en decisiones ambientales, además de brindar protección a líderes indígenas. Y, precisamente el último 7 de agosto, Manuel Rodríguez pidió la ratificación de este acuerdo internacional. «Ya suman 29 los defensores de derechos ambientales asesinados en la Amazonía. Este hecho socava los valores de toda sociedad democrática. La protección de los defensores es prioridad de la diplomacia del Perú en NNUU. Es indispensable ratificar el Acuerdo de Escazú», comentó en su cuenta de Twitter.
El rechazo de Mackay frente al Escazú sería un detonante de la renuncia de Rodríguez. Tan remarcada es su oposición, que redactó un artículo cuyo titular es: ¡No al Acuerdo de Escazú!. Además, cuando el Congreso archivó este tratado en el 2020, comentó: «Es la sensatez del Parlamento para conservar impoluta la intangibilidad de la soberanía nacional».
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¿Y el jalón de orejas de Mackay?
En la ceremonia de inauguración de la IX Cumbre de las Américas, el presidente Castillo pronunció la siguiente frase: «América para los americanos». Ese apotegma alude al periodo de dominio político y económico de EE. UU. en países latinoamericanos. Por tal motivo, Mackay aseguró que Castillo desconocía el significado de ese aforismo. «La buena fe de un jefe de Estado no basta en política internacional. Hay que jalarles las orejas a los asesores», expresó. Sin embargo, Harold Forsyth contradijo la versión de Mackay. «El presidente planteó un sentido de unidad regional. […] Se refirió al hecho de que la unidad regional de América es vital», arguyó.
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Los reemplazos ante Nueva York y Washington D.C.
Todo tiene su final. Ya encontraron los reemplazos de Manuel Rodríguez y Harold Forsyth. La Cancillería dispuso que Luis Chávez Basagoitia, viceministro de Relaciones Exteriores, representará al Perú ante la ONU. Asimismo, Manuel Talavera Espinar, embajador en México, asumirá la representación ante la OEA.