Científicos rusos de la Universidad Séchenovski de Moscú aseguraron que han completado con éxito la experimentación de la vacuna que es capaz de crear inmunidad a la covid-19 sin dejar efectos secundarios dañinos para la salud. El fármaco fue probado por un grupo voluntario de militares rusos.
El desarrollo de la vacuna contra el SARS-CoV-2 ha sido una competencia indefinida desde la expansión internacional de la enfermedad. Mientras pasaban los meses sin un tratamiento directo, se esperaba que la población mundial adquiera inmunidad colectiva. Sin embargo, especialistas y líderes gubernamentales de todo el mundo establecían la posibilidad de una segunda ola de contagios.
Gracias a los ensayos preclínicos, la vacuna fue desarrollada Centro de Investigación Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaléi de Moscú en conjunto con el Ministerio de Defensa ruso. Se sabe que diferentes entidades, como el centro Chumakov, se encontraban desarrollando diferentes tipos de vacuna para la misma enfermedad.
La agencia RIA informó que el director del Instituto de Medicina Traslacional y Biotecnología declaró que los grupos de voluntarios serían dados de alta la próxima semana. Los mismo aún continúan siendo monitoreados con la finalidad de estudiar el comportamiento de sus sistemas inmunológicos. Se sabe que el efecto principal de la vacuna en el paciente es el aumento de temperatura durante los primeros días.
Los especialistas rusos manifestaron que determinar la seguridad de la vacuna es vital para entrar a la siguiente fase. Una vez terminados los exámenes clínicos finales, se continuará en iniciar su producción a gran escala de la vacuna para su oportuna distribución. El director de Centro Gamaléi, Alexánder Guíntsburg, declaró que la cantidad necesaria para iniciar una vacunación masiva de la población es de «setenta millones de dosis». La viceprimera ministra, Tatiana Gólikova, sostuvo que la producción arrancará en setiembre.
El SARS-CoV-2, virus que provoca la enfermedad conocida como COVID-19, se continua expandiendo por el planeta. Hasta el momento alrededor 12,9 millones de personas en todo el mundo han sido infectadas, mientras que la cifra global de fallecidos supera las 569 mil personas y la de recuperados supera los siete millones de personas.