El próximo domingo 10 de abril, los franceses eligen a su próximo presidente para el periodo 2022-2027. Doce candidatos se encuentran en carrera para llegar al Eliseo de París en una campaña muy reñida e inédita; donde la extrema derecha logra un avance considerable en el electorado francés.
La última encuesta electoral señala que Emmanuel Macron y actual mandatari, podría asegurar su reelección al ocupar el primer lugar de las encuestas con un 27% de los votos; seguido por los dos candidatos de extrema derecha, Marine Le Pen de la Agrupación Nacional con un 22% y Eric Zemmour de La Reconquista con 8,5%. Entre los dos candidatos sumarían un porcentaje mayor al que estaría reflejando Macron; lo cual demuestra el crecimiento que la extrema derecha está logrando en la presente campaña electoral.
Por un lado, el discurso de la candidata Le Pen llega con un mensaje renovado y cercano con el electorado en general. Sobre todo, en la clase obrera trabajadora, la cual critica duramente al Gobierno de Emmanuel Macron. La misma Le Pen ha abierto reformas muy demandas por la sociedad de a pie, como la revalorización del salario mínimo. Propuesta que no es está alejada con la que plantea el candidato Zemmour junto a su propuesta antiinmigración, el reordenamiento del sistema y la protección de los valores tradicionales. Zemmour plantea un discurso más exacerbado, que demanda la derecha tradicional. Una de sus polémicas promesas de campaña es la creación de un ministerio encargado para deportar a los migrantes ilegales a sus países de origen.
De esta manera, las presidenciales francesas 2022 se desarrollan en un contexto inédito debido a la consecutiva crisis generada por la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania. Asimismo, el desinterés de un considerable sector de la población francesa por estas elecciones generales. Cabe recordar que el voto en Francia no es obligatorio, lo cual hace más incierto el resultado de estas elecciones.
El presente quinquenio de Macron tiene muchas críticas del electorado que voto por él en la elección de 2017; tanto por sus políticas económicas de derecha y alejadas del ideal socialista con el cual llegó al Elíseo. Las últimas encuestas previas al desarrollo de la primera vuelta de este domingo, indican que habrá un evidente balotaje entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, quiénes en 2017, se disputaron la segunda vuelta, donde Macron resultó vencedor.
A pesar de que Francia se ha caracterizado por ser un país progresista; la situación actual en estas elecciones es atípica y podría reflejar un resultado diferente a lo esperado. Si Le Pen logra atraer los votos de los electores derecha y de algunos sectores centro izquierdistas, quienes se sienten desilusionados del rumbo tomado por el presente Gobierno de Macron; es posible logre la revancha.
Por último, no se puede dejar de mencionar la actual división que vive la izquierda francesa en estos comicios electorales. Llevando a candidatos como Jean-Luc Mélenchon de Francia Insumisa, Anne Hidalgo del Partido Socialista y Yannick Jadot de Los Verdes a presentarse cada uno por su cuenta y que al parecer no logran atraer a más votantes, debido a su falta de carisma; la cual Emmanuel Macron sigue manteniendo y lo respalda para hacerle frente a la extrema derecha.