El conflicto de Rusia con Ucrania, que comenzó el 24 de febrero, trajo consigo un mundo de sanciones. Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y otros países, en respuesta a la invasión de Ucrania, forzó cambios en el comportamiento de ciertas naciones.
Desde Afganistán hasta Cuba, más de 20 países de todo el mundo están bajo sanciones económicas, financieras y políticas de Estados Unidos que, según algunos expertos, no tienen precedentes en cuanto a gravedad y alcance. Sin embargo, un análisis de medidas del tipo adoptadas en el pasado muestra que no siempre se logra el objetivo.
Las sanciones pueden privar a las personas y entidades de una gran cantidad de transacciones financieras, como préstamos crediticios, pagos de hipotecas y transferencias de fondos. Sin embargo, a menos que se ofrezcan exenciones específicas dentro de una jurisdicción determinada, puede haber una excepción.
Bajo las últimas sanciones a Rusia, Estados Unidos y países europeos aislaron a bancos rusos seleccionados de la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT). El cual era un sistema internacional de transferencia de banco a banco.
Además, en determinados casos, se corre el riesgo de que se produzcan consecuencias no deseadas e incluso que el resultado sea contrario al deseado, fortaleciendo al gobierno al que pretenden debilitar y generando un impacto negativo en los derechos humanos, la democracia y otros aspectos.
«Pero la trayectoria (de los resultados) no es muy buena. En las últimas décadas, por citar solo algunos ejemplos, se han impuesto sanciones contra Cuba, Venezuela y Corea del Norte. Pero, en mi opinión, no han producido el resultado deseado».
Paolo Pasquariello, economista y profesor de finanzas de la Universidad de Míchigan, EE.UU.
En el caso de Rusia, pese a las sanciones impuestas, continúa atacando a Ucrania y, en represalia, prohibió exportaciones de algunos productos. De igual manera, aplicó sanciones contra miembros del Gobierno estadounidense y amenaza con nacionalizar empresas que busquen retirarse del país.
Otros países sancionados
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El Gobierno de EE. UU. puede modificar, suavizar o eliminar las sanciones en cualquier momento. En adición, la República Islámica de Irán, la República de Cuba y la República Popular Democrática de Corea estuvieron bajo sanciones estadounidenses durante varias décadas.
La eficacia de las sanciones se debate apasionadamente, ya que tanto los defensores como los opositores señalan casos específicos. En un artículo de Foreign Affairs de junio de 2019, la mayoría de los expertos citados dijeron que las sanciones estaban causando más daño que eficacia.
«Las sanciones imponen costos a ambas partes: al remitente y al objetivo».
Dr. Robert Person de West Point.
También existe una preocupación a largo plazo de que sanciones agresivas como estas acelerarán una transición global lejos de la arquitectura financiera internacional. Asimismo, esta es liderada por Estados Unidos y el uso del dólar como moneda dominante de cambio y reserva.
Finalmente, algo que está claro es el impacto palpable de las sanciones, incluso si tienen la intención de apuntar solo a la posición económica más amplia de un país, en la gente común. Acerca de la sanciones impuestas contra Rusia, Daleep Singh, asesor económico de la Casa Blanca, dijo que «estos impactos con el tiempo se traducirán en una mayor inflación, mayores tasas de interés, menor poder adquisitivo, menor inversión, menor capacidad productiva, menor crecimiento y menor calidad de vida en Rusia».