Este martes, en el oeste del país mexicano, el periodista Armando Linares López fue encontrado muerto en su domicilio de la ciudad michoacana de Zitácuaro. Armando, quien era el director del medio de comunicación Monitor Michoacán, se dedicaba a investigar casos de corrupción de su Estado natal.
Según medios locales, el periodista fue asesinado de 8 disparos y en presencia de su familia. Este incidente se convierte en el octavo asesinato de un periodista en México. Antes del atentado, él había solicitado protección por parte de las autoridades. En uno de los videos, que Linares grabó antes de su fallecimiento, confesó que temía por su vida.
En el video, aseguró que, tanto él como el medio, habían recibido amenazas y actos de intimidación. También, señaló que lo estaban involucrando, a través de un perfil falso, con actividades ilícitas.
En el 2019, Linares responsabilizó al fiscal del Estado, Adrián López Solís, de corrupción y amedrentamiento. El mismo medio afirmó que Linares, debido a hecho, se había acogido al Mecanismo de Protección a Periodistas «pero por solo unas semanas y después se desistió de la protección».
Este año, las noticias sobre las muertes violentas de informadores en México han tenido eco en muchos países del mundo, provocando una ola de estupor y condena . El Gobierno de Estados Unidos lamentó en febrero el clima de violencia y las condiciones de trabajo que soportan a diario los reporteros mexicanos.
Antecedentes en México
En lo que va el 2022, este homicidio se produce seis semanas después de que su compañero del mismo medio, Roberto Toledo, fuese parte de los atentados. Antes de él, fueron asesinados Juan Carlos Muñiz, Heber López, Lourdes Maldonado, Margarito Martínez, Roberto Toledo, José Luis Gamboa y Jorge Luis Camero. El último fue baleado el 24 de febrero, dos semanas después de haber dejado su cargo en la alcaldía de Empalme (estado de Sonora, norte).
«Nosotros no estamos armados, no traemos armas. Nuestra única defensa es una pluma, un lapicero».
Armando Linares López
Esta cifra de más de siete periodistas asesinados ya superó los ultimados en 2021. Sin embargo, aún está lejos de los 10 reporteros asesinados en 2019, el mayor número registrado durante el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien asumió en 2018.
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Periodistas protestan
Más de 100 periodistas independientes asistieron el sábado pasado al Encuentro Nacional de Periodistas en la ciudad mexicana de San Cristóbal de Las Casas, estado de Chiapas (sureste). En el evento, exigieron un alto a las agresiones y señalaron que en muchas de ellas están implicados funcionarios del Gobierno.
En el encuentro se trataron temas laborales y la autonomía plena al Mecanismo de protección gubernamental. Además de la destitución de Enrique Irazoque Palazuelos, titular de la Unidad para la Defensa de los Derechos Humanos y del Mecanismo de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas.
La organización Article 19 indicó que, en los últimos años, en los asesinatos de periodistas y defensores de derechos humanos, el Estado mexicano «no se está investigando a sí mismo luego de que los perpetradores, en un gran porcentaje de los casos, son parte del propio Estado». México, según los balances de las organizaciones Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Article 19, es uno de los países más peligrosos para la prensa.
Desde el año 2000, Article 19 ha documentado 150 asesinatos de periodistas en México (138 hombres y 12 mujeres), en posible relación con su labor. Un total de 47 se registraron durante el mandato anterior del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) y 30 en el actual de López Obrador (2018-2024).