El 23 de junio y en medio de la emergencia sanitaria por el COVID-19, la Intendencia Nacional de Bomberos del Perú (INBP) emitió un comunicado en su plataforma digital oficial, explicando aspectos delicados de su funcionalidad, debido a la importancia del servicio que brinda diariamente en todo el territorio nacional. En el comunicado, se expresó lo siguiente:
“Desde esta gestión se han realizado importantes objetivos institucionales en coordinación con el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú – CGBVP, como el incremento del número de choferes a diferencia de años anteriores a nivel nacional. Asimismo, se han realizado y solicitado ante el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) mayores recursos presupuestales en la partida de contrato Administrativo de Servicios (CAS) para choferes, las mismas que no han sido atendidas”.
A causa de dicha manifestación, surgieron diversas interpretaciones ajenas a la realidad que se pretendió comunicar y diversos medios declararon titulares tendenciosos. En este sentido, el Intendente Nacional Luis Ponce La Jara, emitió nuevas declaraciones para detallar y esclarecer la situación:
“No estamos despidiendo bomberos, solo no estamos renovando personal de choferes rentados que su contrato finaliza este treinta (30) de junio, tampoco estamos quedando desabastecidos, ya que la Intendencia está contratando nuevos conductores en cantidad de ciento ochenta y tres (183) para suplir a estos bomberos con contrato cumplido, mucho menos están siendo afectados los cuarenta y dos (42) pilotos contagiados por el virus y de esa manera siga el CGBVP brindando respectivo apoyo a la ciudadanía”.
De igual manera, añadió que una de las carencias del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú es la falta de conductores, por lo que se solicitó una partida de presupuesto al Ministerio de Economía y Finanzas de lo cual están a la espera y que mientras tanto, se debe reajustar el exceso de personal.
Es de conocimiento público que se necesitan optimizar los servicios y contratos de los bomberos. También, es apropiado recalcar cuán oportuno es que se solucione pronto esta situación de incertidumbre que rodea a quienes, desde 1860, cumplen un rol fundamental como servicio de utilidad pública, llegando y sirviendo a diferentes emergencias causadas por la naturaleza y descuido o imprudencia de las personas.