El día lunes, la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) confirmó el envío de barcos y aviones de combate adicionales a Europa del Este ante los temores de una invasión por parte de Moscú. Todo ello, debido a la acumulación de tropas rusas en la frontera con Ucrania.
«La OTAN continuará tomando todas las medidas necesarias para proteger y defender a todos los Aliados, incluso reforzando la parte oriental de la Alianza», dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Además, celebró el constante apoyo de los aliados a través del envío de fuerzas adicionales.
“La OTAN seguirá tomando todas las medidas necesarias para proteger y defender a todos los aliados, incluso reforzando la parte oriental de la Alianza. Siempre responderemos a cualquier deterioro de nuestro entorno de seguridad, incluso reforzando nuestra defensa colectiva”.
Jean Stolenberg, Secretario General de la OTAN
Por su parte, el Kremlin niega que esté planeando atacar a Ucrania. Sin embargo, argumenta que el apoyo de la OTAN constituye una amenaza creciente en el flanco occidental de Rusia.
El domingo, el Departamento de Estado de EE. UU. anunció que reduciría el personal en la Embajada de EE.UU. en Kiev, Ucrania, debido a una «abundancia de precaución». La reducción comenzará con la partida del personal no esencial y sus familiares.
LEE TAMBIÉN: Guerra en el horizonte ucraniano: Rusia aparentemente lista para una invasión
Ucrania en el ojo de la tormenta
Las tensiones por las movilización de tropas rusas en la frontera con Ucrania es contraproducente. Un posible conflicto solamente traería mayores complicaciones políticas, históricas y económicas a un país que se encuentra en crisis. Aparte, alerta a los aliados de un posible retorno de una guerra fría. A pesar de que Putin haya asegurado que su intención no es invadir, el despliegue de unos 100 mil soldados a la frontera ucraniana abren posibilidad a un conflicto armado. Aún así, en los últimos días ha advertido que si Rusia actúa será solo “en defensa propia”.
Ucrania, se ha convertido en el centro de la creciente tensión entre Rusia y Occidente. Esta disputa figura como una de las más peligrosas para Moscú desde la guerra fría. Ello, debido a que Ucrania significa un mayor dominio geopolítico ruso en Europa. La confrontación entre los dos países está en marcha desde marzo de 2014, y, pese al peligro que representa una invasión de Ucrania, Europa aún no adopta una posición firme, tal como afirma William Taylor, vicepresidente del Instituto de Paz de Estados Unidos.
«Este es un proyecto de largo plazo para Putin y sabemos que este proyecto da a Rusia, al Kremlin, una verdadera ventaja sobre Europa (…) La pregunta es: ¿los alemanes estarán de acuerdo? Ellos están divididos en este asunto»
William Taylor, exdiplomático estadounidense en Kiev y vicepresidente del Instituto de Paz de Estados Unidos.
Por último, el diálogo y solución diplomática no están descartados. Los países líderes de la OTAN están abiertos a cualquier negociación. Aunque, también están expectantes de las prontas declaraciones de Washington ante las peticiones de Moscú en la anterior negociación.
Las principales exigencias realizadas por Serguéi Lavrov, ministro de relaciones exteriores ruso son la retirada inmediata de la OTAN en Europa del Este y la prohibición de entrada de Ucrania a dicha alianza militar. Anthony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, fue quien conversó con Lavrov, y junto a la OTAN, se aferra a que las demandas de Rusia son muy altas. Ante la falta de un punto medio entre ambos bandos, la disputa por Ucrania continuará.