Este viernes, el presidente de Kazajistán, Kassym Jomart Tokayev, ordenó a las fuerzas de seguridad «disparar sin previo aviso» con el fin de detener las protestas que paralizaron el país. Durante su discurso, Tokayev culpó a los «terroristas» y «militantes» de los disturbios, razón por la cual autorizó el uso de la fuerza contra ellos. También, señaló que, al menos, 2.000 «bandidos» han atacado y destruido propiedad estatal en Almaty.
«La operación antiterrorista continúa. Los militantes no han depuesto las armas, siguen cometiendo crímenes o los preparan. Debemos llevar a cabo la lucha con ellos hasta el final. Los que no se rindan serán eliminados».
Kassym Jomart Tokayev, presidente de Kazajistán.
Tokayev también agradeció el apoyo militar enviado por los mandatarios de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), especialmente a Vladimir Putin por «reaccionar rápido» al pedido de ayuda. Este jueves, aviones del ejército ruso despegaron rumbo a Kazajistán para ayudar con la «operación antiterrorista» y estabilizar el país. No se tiene conocimiento sobre cuántos soldados fueron enviados a territorio kazajo. El diputado ruso, Leonid Kalashnikov, aseguró que las tropas permanecerán en el país el tiempo que el mandatario Tokayev crea necesario.
Es la primera vez que la OTSC, alianza conformada por Rusia, Armenia, Kirguistán, Bielorrusia, Kazajistán y Tayikistán, toma una medida como esta desde su fundación. Hasta el momento, autoridades de Kazajistán registraron el fallecimiento de 13 miembros de las fuerzas de seguridad y 353 heridos en los disturbios. Mientras, la Unión Europea señaló que se debe «vigilar con cautela» la llegada de soldados extranjeros y pidió a la OTSC respetar la soberanía.
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Protestas por el descontento
El domingo pasado, el Gobierno de Kazajistán dejó de controlar el límite del precio del gas licuado de petróleo, que muchos de sus habitantes usan en sus vehículos. La medida causó el aumento de los precios al consumidor y la molestia de la población. Las protestas se extendieron por todo el país y se volvieron violentas cuando la policía utilizó gases lacrimógenos y granadas paralizantes contra los manifestantes.
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Además del alza del combustible, hay otros motivos políticos para el descontento de los manifestantes. Anteriormente, el país estuvo dirigido por Nursultán Nazarbáyev, quien fue primer ministro en 1983, cuando Kazajistán todavía era una república soviética. Luego, en 1991, fue elegido presidente en unas elecciones sin oposición política. Años más tarde, en 2019, anunció su retiro del mando, pero siguió al frente del Consejo de Seguridad Nacional. Pese a que ya no se encuentra en el poder, Nazarbáyev sigue siendo influyente en el Gobierno.
Las protestas de esta semana provocó que Tokayev aceptara la renuncia en del Gabinete del primer ministro y asumiera el control del Consejo de Seguridad, encabezado por Nazarbáyev. El miércoles, las autoridades impusieron un toque de queda y declararon el país en estado de emergencia. Además, se cortó el internet y las conexiones telefónicas en numerosas partes del país. Según los medios locales, los manifestantes han tomado edificios públicos, prendieron fuego a vehículos e irrumpieron en el aeropuerto. Hasta ahora, no se tiene una cifra de manifestantes fallecidos o fallecidos.