Ya terminó el año y la economía peruana ha sabido resurgir, aunque no completamente. Si bien es cierto que el país tuvo fortalezas en algunos puntos, esas estadísticas son a veces incompletas. Hablar de economía no solo implica el desempeño monetario, sino que también el bienestar de la economía tanto para sus residentes como para sus instituciones.
El final de un duro año
Más allá de saber qué eventos fueron clave para la economía nacional, es importante dar a conocer nuestra situación final. Según el portal Bloomberg Economics, la economía nacional se ubica en el puesto 36 de 53 países analizados. Esto en cuanto a la resiliencia frente a la pandemia. En tal ranking, resalta la posición de Chile como primer lugar, Colombia como sexto, Argentina como decimonovemo y Brazil como puesto 37. Recordemos que el Perú fue uno de los países más afectados. Su recuperación se pudo ver en julio y agosto. En esos meses, el rebote de la economía se pudo sentir.
Algunas de las razones por las que el país y su economía se sitúan en el puesto 36 es la poca movidilidad de la población comparada a otros estándares, su elevada tasa de mortalidad y las medidas de restricción que implican estar bajo amenaza del virus. Entre factores positivos se ubica que el crecimiento del producto fue bastante mayor a lo esperado. Sin embargo esto no fue suficiente.
TE PUEDE INTERESAR: Masacre en Myanmar deja 35 muertos y al mundo «horrorizado»
No todo es macroeconómico
En otros aspectos macroeconómicos, el titular del Ministerio de Economía enfatizó en la posición en cuanto a riesgos de deuda pública, deuda gobierno y balanza de cuenta corriente (según Bloomberg). Es decir, El Perú está por sobre países como Brasil, Colombia y Argentina, debido a su fortaleza macroeconómica, la cual palia de cierta manera la gran fuga de capitales.
«Estos indicadores le permiten al país tener una baja exposición a una fuga de capitales en economías emergentes. El Perú ha mantenido sólidos fundamentos macroeconómicos en los últimos 20 años, que se han reflejados en altas reservas internacionales, baja deuda pública y déficit fiscal, y menor riesgo país a nivel de los países de América Latina. Estas fortalezas macroeconómicas han sido fundamentales para dar soporte a la economía a lo largo de la crisis de la COVID-19»
Pedro Francke, Ministro de Economía y Finanzas
Sin embargo, esa es solo una cara de la moneda. En base a un ranking global de riesgo del mismo Bloomberg, si bien nos ubicamos en una posición deseable, tenemos errores a corregir. Dentro del propio ranking se resalta la volativilidad de nuestra moneda, con un 9.8% de expectativa a futuro del tipo de cambio. También se habla de la inflación y como sobresale del rango meta, ubicándonos en una posición desfavorable.
LEE MÁS: Universitario De Deportes: El pionero en Token digital
De cara al 2022
El último reporte de inflación del año ubica a la economía en un 3.4% del crecimiento del PBI y en un 0% de crecimiento de la inversión pública. Según Velarde, el proyecto minero Quellaveco, impulsado por Angloamerican, llevará a que la inversión minera sea la catalizadora de la inversión privada en el 2022, con lo cual el BCR preveé un crecimiento de 3,4% de la inversión privada minera (Mientras tanto, el próximo año se contraería la inversión privada de otros sectores). Las expectativas empresariales también empeoraron desde el inicio del gobierno de Castillo. Según el propio Banco Central, ubicar tales expectativas en terreno pesimista afectarán el 2022.
En línea con el crecimiento económico, CEPAL publicó sus proyecciones en su informe «Estudio Económico de América Latina y el Caribe». En este, la economía peruana se ubica en las mejores posiciones con un 4.4%. Claro está que las instituciones evalúan su crecimiento de forma distinta.
«Las perspectivas, sin embargo, pueden variar dependiendo de los avances desiguales en los procesos de vacunación y la capacidad de los países para revertir los problemas estructurales detrás de la baja trayectoria de crecimiento que exhibían antes de la pandemia»
Estudio de CEPAL sobre economías de Latinoamerica
Entre otros puntos, se resalta que la inflación será el protagonista, tanto por problemas estructurales locales como internacionales. Recordando que la inversión es esencial en la economía peruana, la calificación de riesgo toma un papel importante. Actualmente, es un nivel de riesgo moderado que, de la mano con la coyuntura política-económica en el próximo año, puede empeorar o mejorar.
Factores sociales, sanitarios y políticos serán los elementos claves que marcarán el camino de la economía de la región. Estos son los mismos puntos a los que Goldman Shachs atribuye la desaceleración económica que podría derivar en la perdida de hasta el 2% del PIB actual en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú. De acuerdo con tales estimaciones, los países que más se contraerán para 2022 serán Brasil y México.
Opiniones del panorama local
Distintas instituciones y personas especializadas dieron su punto de vista en cuanto al desempeño económico del presente año y la proyección hacia el siguiente.
“Como se esperaba, la economía peruana se ha empezado a desacelerar y debemos olvidarnos del 13% de rebote estadístico de 2021 que obviamente no es mérito del gobierno. No sorprende que intente apropiarse de dicho crecimiento y no presente sus proyecciones para 2022 que sí son su responsabilidad. […] Difícil crecer más de 2% sin un cambio de timón en el gobierno que tendría que empezar con reconstituir el gabinete para incluir a profesionales competentes”
Felipe Morris, Presidente del Directorio en Interseguro Compañía de Seguros
Sobre la desigual recuperación percibida, economistas como Jose de Echave apuntan una recuperación beneficiosa para algunos, pero perjudicial para otros. El empleo debe recuperar los niveles prepandemia y considerar otros sectores como igual prioridad (agricultura por ejemplo).
Finalmente, el Instituto Peruano de Economía (IPE) establece cinco prioridades de la economía peruana (y el país en general) para el 2022. Una de ellas es garantizar el regreso seguro a clases. El regreso a la presencialidad pondría a funcionar a más del 80% de instituciones educativas que dejaron de dar clases en esta modalidad. Para ello, se enfatiza culminar el proceso de vacunación, ya que fueron más de 600 mil estudiantes los afectados.
Otros puntos importantes son reactivar el empleo y recuperar la confianza. En un escenario donde la informalidad ha avanzado, es necesario encontrar una política laboral clara. De la misma manera, establecer políticas para recuperar la confianza de la inversión privada, que como ya fue detallada, no crecerá el siguiente año.
Finalmente, es importante enfocarse en la calidad del gasto. Si bien estos años ha mejorado la eficiencia de la inversión pública, es necesario un ordenamiento en este nivel.
Más en Diario El Gobierno: