Las nuevas generaciones prefieren consumir tendencias actuales y tener una mayor cantidad de productos a precios que estén al alcance de su bolsillo. Shein es una empresa china, líder en Fast Fashion que parece calmar ese deseo voraz de sus millones de consumidores. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro.
¿Qué es el Fast Fashion?
La moda rápida, traducción del Fast Fashion, son marcas que sacan prendas de tendencia semanal, o hasta diaria, de muy baja calidad, las cuales son introducidas por periodos cortos al mercado. Los usuarios suelen ser conscientes de la baja calidad de los productos, pero en la cultura del fast fashion la calidad de los productos cada vez importa menos en favor del bajo precio.
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¿Qué es Shein?
Actualmente, Shein es la más importante compañía de fast fashion a nivel mundial. Está especializada en la venta online de artículos de moda, ofrece precios muy bajos y pocos días de entrega. Fundado en 2008 por Chris Xu con el nombre de Sheinside. En 2014, obtuvo su propia cadena de suministro y compró Romwe, otro minorista de comercio electrónico chino, pasando a ser un «retailer completamente integrado». En 2015, la marca cambió oficialmente su nombre a Shein.
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¿Por qué esta marca es relevante en la economía mundial?
- La empresa llega a 220 países y según Crunchbase, desde su internalización en el año 2015, ha recibido más de 553 millones de dólares en cinco rondas de inversión.
- Shein ocupa el puesto número 1 en la categoría Compras de la App Store de iOS en 56 países y obtiene un lugar entre los 5 primeros en 124, de un total de 174.
- Es la marca china #11 más valiosa del mundo.
- Según el proveedor de inteligencia digital Similarweb, es la página web de marcas de moda más visitada del mundo, justo por delante de Nike, H&M, Macys, Zara y Asos, con aproximadamente 160 millones de clicks al mes, casi el 40% provenientes de Estados Unidos.
Éxito de Shein
A pesar de la buena situación de esta compañía desde hace ya algunos años, la pandemia proporcionó otro boom para Shein, pues los consumidores acudían en masa a las empresas de comercio electrónico de todo tipo debido a la cuarentena.
Shein debe parte de su éxito a su ubicación. En particular, un cambio en la era de la guerra comercial al código tributario de China que reduce drásticamente los costos para la empresa y sus proveedores, lo que les permite ser mas competitivos a nivel global. Como entidad privada, Shein no tiene que hacer públicos sus estados financieros.
Según documentos vistos por Bloomberg, un requerimiento de la compañía es que los fabricantes contratados estén ubicados a no más de cinco horas en automóvil desde su centro de abastecimiento en la ciudad de Guangzhou. Los proveedores también deben poder completar el proceso de diseño y producción en alrededor de 10 días, tiempo muchísimo menor al de la competencia directa. Además, las facturas son pagadas en poco tiempo a sus deudores.
Shein tiene las mejores características de Amazon y Apple. Como Apple, Shein controla la cadena de valor, desde la app hasta cada parte de sus fábricas y también es una máquina del marketing y como Amazon tiene precios muy bajos y una gran variedad de ofertas y promociones.
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No todo lo que brilla es oro
La mayoría de estas prendas son elaboradas en países asiáticos y africanos, en condiciones precarias y con impacto negativo en el ambiente y la sociedad. El impacto ambiental es tan fuerte que aproximadamente el 73% de la ropa producida termina en un vertedero o incinerada. Para producir ropa de baja calidad, se utiliza grandes cantidades de petróleo, por lo que la industria textil genera el 10 % de las emisiones de CO2. En cuanto al impacto social, se estima que los trabajadores trabajan 14-16 horas y que existen aproximadamente 400 mil niños en situación de explotación laboral.
Se ha acusado a Shein de plagiar los diseños de diversas marcas, desde las de Inditex hasta las de reconocidos diseñadores a nivel mundial. Sin embargo, la empresa no responde a estas acusaciones.
El 3 de julio de 2020, los clientes notaron que la «alfombra con trastes griegos con flecos» de la empresa en realidad se parecía a las alfombras de oración musulmanas y se apresuraron a llamarlos en Twitter. Según Forbes, algunos de ellos tenían imágenes de símbolos religiosos como la Kaaba, lo que provocó una protesta aún mayor de los activistas musulmanes. Ante esto, Shein publicó una disculpa oficial en su Instagram el 5 de julio.
También en julio del mismo año, Shein lanzó una disculpa pública luego de que sus clientes notaron que en el área de joyería de su tienda en línea aparecía a la venta un collar que incluye una pieza en forma de esvástica, un símbolo comúnmente asociado con la ideología Nazi.
Gamarra en tiempos de Shein
El emporio comercial de Gamarra generaba en promedio medio millón de puestos de trabajo al año antes de la pandemia. Esta cifra se vio disminuida en más del 20% durante 2020 con el cierre definitivo de al menos un 15% del total de los negocios del sector y el 15% de cierre temporal de otros.
Con el acompañamiento del Ministerio de la Producción (PRODUCE), Gamarra prevé recuperar no menos de 100,000 puestos de trabajo antes de finalizar el año 2022.
Según cifras oficiales del emporio de Gamarra, el sector facturaba antes de la pandemia cerca de 510 millones de soles mensuales, es decir unos 6100 millones de soles anuales. La Asociación Empresarial Gamarra Perú prevé cerrar el año 2021 con una facturación de 4200 millones de soles, un 40% más de lo registrado en 2020 y espera llegar a las cifras prepandemia, a mediados de 2022.
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Indecopi al rescate
En una reunión del presidente ejecutivo del Indecopi, Julián Palacín, con el presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), su equipo técnico y la presidenta comercial de Gamarra, Susana Saldaña, Palacín se comprometió a defender los intereses de los sectores productivos nacionales que se han visto afectados por las importaciones.
El gerente de Estudios Económicos de la SNI, Antonio Castillo Garay, informó que las importaciones se han incrementado en este sector. Señaló que en el año 2016 se importaban 16 millones de prendas, en cambio, en 2020, año de la pandemia, se importó alrededor de 30 millones.
La participación de la producción peruana se redujo a 2.9% en el mercado. Hasta mayo de 2021, ingresaron 198 millones de prendas importadas, representando un alza de 100,4% respecto al mismo periodo del 2020.
En noviembre de 2020, la CDB inició una investigación a pedido del Ministerio de la Producción. Tras esto, emitió un informe preliminar en el que recomendó la aplicación de medidas de salvaguardias provisionales hasta por 200 días, con una tasa arancelaria adicional mínima de 20% a las importaciones de confecciones de China y Bangladesh, debido a la evidencia que indicaba la existencia de daño a la industria peruana, provocada por esas importaciones.