Los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y Honduras, Juan Orlando Hernández, firmaron este miércoles el denominado «Tratado Integracionista del Bicentenario». El acuerdo define las fronteras marítimas de los países en el océano Pacífico y el mar del Caribe. Esto incluye el Golfo de Fonseca, el cual también lo comparten con El Salvador; sin embargo, este último no fue parte de las negociaciones.
El tratado entre los dos Estados, que en 1969 estuvieron en guerra, ratifica el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de 1992, que regulaba las fronteras marítimas de los países en el Golfo de Fonseca en el Caribe. Según lo escrito en el documento actual, este «tiene como objetivo principal trazar una ruta de paz y prosperidad en nuestros pueblos mediante el cual ambos países delimitan sus fronteras en el Mar Caribe y el Océano Pacífico».
Ahora, ambos países tienen que ratificar el acuerdo en sus respectivas cámaras legislativas y posteriormente depositarlo en las Naciones Unidas. Si se aprueba, también se acordó una revisión de la frontera terrestre cada 10 años por parte de comisiones especiales y mixtas.
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Acuerdo de «paz y desarrollo»
El acuerdo pone énfasis en convertir el Golfo de Fonseca en una zona de prosperidad para la región. Uno de sus puntos señala: «El Golfo de Fonseca debe de ser una zona de paz y desarrollo, de crecimiento económico y de prosperidad para centenares de comunidades que dependen en las riquezas que posee». Además, se lanzaría el Plan de Desarrollo Sustentable del Golfo, que buscaría generar empleos a través de obras de infraestructura y otras iniciativas.
El tratado también permitiría «concretar la estrategia logística que Honduras viene desarrollando para enfrentar el futuro de una manera competitiva con la visión de convertirse en Centro Logístico regional y del continente». El golfo se sitúa como un puerto ideal en el Pacífico y si este plan funciona, el área podría ver un gran crecimiento comercial. Este beneficiaría no solo a Honduras, sino posiblemente a las comunidades de los tres países.
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El Salvador
Lo que llama la atención es que el tratado reconoce la presencia de El Salvador, junto a las otras dos naciones, en el Golfo de Fonseca, pero este último declinó la invitación a participar del acuerdo. Ello podría deberse a que El Salvador y Honduras mantienen una disputa por la isla Coneja de menos de un kilometro cuadrado en el golfo en cuestión.
Las tensiones sobre esta isla han sido evidenciadas en dos eventos de importancia en la ultima década. En 2014, el expresidente salvadoreño Mauricio Funes aseguró que dicho territorio era salvadoreño. Mientras tanto, en 2020, soldados hondureños ocuparon la isla y alzaron su bandera en ella.
Anoche, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, respondió a la firma del tratado con un tweet. En este, indujo que si hubiera firmado este mismo tratado con Nicaragua, la respuesta de occidente no habría sido una felicitación, sino una crítica a sus regímenes políticos.