Durante un juicio contra Carlos Mario Jiménez (Macaco), un brutal exlíder paramilitar, salieron a luz una serie de documentos. Los documentos provenientes de la CIA y el Departamento de Estado norteamericano versaban sobre la relación entre los paramilitares y el Ejército colombiano. Dichos documentos confirmaron que existía una «relación simbiótica» entre las fuerzas estales y los grupos paramilitares.
El juez federal a cargo del juicio en Florida, Edwin Torres, encontró a Macaco como culpable del asesinato de Eduardo Estrada. Este último era un periodista y líder social quien fue asesinado en el departamento de Bolívar en 2001. El exparamilitar también fue encontrado responsable de la tortura de la esposa del periodista. Por esta razón, según la corte, Carlos Jiménez tendrá que pagar 12 millones de dólares a los familiares de la víctima.
Para llegar a esta conclusión el juez se refirió a los documentos antes mencionados, los cuales consisten en informes, memos y cables diplomáticos que reconocen la colaboración entre el Estado colombiano y estos grupos armados. Mientras que en Colombia solo existían rumores de esta relación, los documentos demuestran que el Gobierno estadounidense era consciente de ella
“Los actores estatales apoyaron activamente las operaciones del Bloque Central Bolívar BCB (que encabezó Jiménez) mediante el intercambio de inteligencia, armas y uniformes militares”
Edwin Torres, juez federal de los Estados Unidos.
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Ejército colombiano y paramilitares
Unos meses antes del asesinato de Estrada, un reporte de la CIA en 2001 explicaba que el Ejército colombiano «trató bien» a los paramilitares.
El documento relató cómo durante una operación que forzó a los grupos armados a reubicarse, solo algunos fueron detenidos y luego liberados con sus armas.
Un documento de la embajada de EEUU en Bogotá también relató que «las Fuerzas Armadas de Colombia no han perseguido activamente a los miembros de los grupos paramilitares porque los ven como aliados en la lucha contra la guerrilla”.
Los informes también dan a conocer que el BCB de Macaco contralaba los campos de cultivos ilícitos en la zona sur de Bolívar. El BCB se convirtió en uno de los bloques más poderosos de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), los cuales se desmovilizaron entre 2003 y 2006. Otros documentos demuestran la idea de que el Ejército no buscaba combatir a los paramilitares. Además, durante una reunión descrita en los documentos, el general Néstor Ramírez expresó que perseguir a los paramilitares no era un asunto del Ejército.
Un documento de 1998 también demuestra que los oficiales del Ejército colombiano cooperaban activamente con los paramilitares. Según el reporte, el general Rito Alejo del Río comunicó a su personal que cooperen con los paramilitares cuando él estuviera ausente. Del Río fue uno de los militares más corruptos en Colombia y comandaba la Brigada 17 en la región del Urabá durante la época. El general, que hoy se encuentra condenado a 25 años de prisión, también desvió un avión con armas y municiones para los paramilitares en 1985.
Documentos desclasificados sobre expresidente Uribe
En el mes anterior también salió a la luz un documento que versaba sobre la relación entre el expresidente colombiano Álvaro Uribe y las AUC. Peter Rodman, un alto funcionario en el Pentágono, escribió al secretario de defensa en 2004: “Casi con toda seguridad, Uribe tuvo tratos con los paramilitares (AUC) cuando era gobernador de Antioquia”. En el documento no se establece ninguna relación directa entre el exmandatario y los grupos armados. Sin embargo, este demuestra las sospechas de EE. UU., las cuales son actualmente investigadas por la Corte Suprema de Colombia. En estos momentos, Uribe se encuentra en arresto domiciliario por una investigación en su contra acerca de supuestos sobornos a exparamiliatres con el fin de que no lo perjudiquen.
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