Jefes de Estado de todo el mundo arribaron, presencial y virtualmente, a la 76° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Durante la importante reunión, los mandatarios latinoamericanos centraron sus discursos en el manejo de la pandemia, el fortalecimiento de la democracia y la preocupante crisis climática.
Luego de la presentación del Secretario General, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, tuvo uso de la palabra. El polémico mandatario ultraderechista defendió sus argumentos contrarios a las restricciones sanitarias. Tras ingresar a Estados Unidos sin estar vacunado contra el COVID-19, declaró: «Apoyamos la vacunación», pero no el «pasaporte sanitario». Ello a pesar de que su país es el segundo con más fallecidos por el virus, y el tercero en número de casos.
Siguiendo el mismo tema, Sebastián Piñera también habló de la vacunación. El mandatario chileno lamentó la desigualdad en el acceso a los inmunizantes. «Mientras algunos países cuentan con dosis para vacunar varias veces, hay otros que no tienen la protección mínima», reclamó. Pero al mismo tiempo, saludó que su país haya logrado inocular a más del 90 % de la población objetivo.
En otro aspecto, los líderes de América Latina enfatizaron su preocupación por la situación en Venezuela y Nicaragua. El colombiano Iván Duque resaltó que «la convocatoria cuanto antes de una elección presidencial libre» es lo único que frenará «la peor crisis migratoria que golpea al planeta». Ello en referencia a los más de 5 millones de venezolanos que han huido de su país.
Sobre Nicaragua, el mandatario de Costa Rica, Carlos Alvarado, se refirió al «encarcelamiento de opositores políticos, periodistas y estudiantes». Para el jefe de Estado, se debe hacer todo lo posible para garantizar «la institucionalidad democrática, el respeto, la promoción de los derechos humanos, la libertad de expresión y de prensa» en el país presidido por Daniel Ortega.
Maduro exige levantar las sanciones
Tal como en la CELAC, Nicolás Maduro causó polémica con sus fuertes declaraciones. Nuevamente, el mandatario venezolano exigió levantar los castigos impuestos por occidente. En su opinión estas son «una agresión permanente y sistemática a través de sanciones económicas, financieras y petroleras». Cabe recordar que, para su vicepresidenta, estas medidas consisten en crímenes de lesa humanidad.
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«Ratificamos nuestro pedido, nuestra exigencia de que se levanten todas las sanciones criminales contra la economía venezolana, contra la sociedad venezolana por parte de los Estados Unidos y por parte de los Gobiernos de la Unión Europea».
Nicolás Maduro
Según el sucesor de Chávez, existe una marcha contra su país desde «las élites que han gobernado los Estados Unidos», que a su vez tendrían «complicidad» con Europa. Maduro indica que estos países intentan «instrumentalizar los organismos internacionales del derecho internacional para justificar la campaña feroz y los ataques criminales» contra sus connacionales.
Pero, tras sus críticas antiimperialistas, agradeció el apoyo del Secretario General de la ONU en el diálogo con la oposición. De igual forma, pidió apoyo a la organización multilateral para que las negociaciones en México avancen «hacia un acuerdo global de fortalecimiento de la paz, la soberanía, la prosperidad integral de Venezuela».
Preocupación por el clima en la ONU
Después de la publicación de un alarmante informe la semana pasada, se supo que la crisis climática sería un punto importante de esta sesión. Durante su presentación, el argentino Alberto Fernández reiteró su compromiso con el Acuerdo de París. En su perspectiva, es «penoso que en diez años no se haya podido concretar el compromiso de proporcionar 100 mil millones de dólares a los países en desarrollo para desplegar acciones contra el cambio climático».
De igual forma, su homólogo costarricense puntualizó que la actual generación tiene el «desafío único en la historia de la humanidad de conservar la vida en el planeta y sus culturas frente a la amenaza de la destrucción». Tras esta advertencia, cuestionó a los demás participantes de la Asamblea de la ONU: «¿Estamos haciendo lo suficiente y necesario para lograrlo?. Y de no ser así, ¿Qué debe cambiar?».
Sin duda, preguntas que no solo aplican a la protección del planeta, sino también a los demás retos que acechan a la región.