Jeanine Áñez fue presidenta interina de Bolivia luego de que Evo Morales renunciara a la presidencia de dicho país. Ejerció el mandato durante casi un año para luego transferir el cargo al nuevo presidente Luis Arce. Pese a la renuncia de Morales, los conflictos internos en el país fueron calificados como “golpe de Estado”. En marzo de 2021, Áñez y los exministros de justicia y economía fueron detenidos por la presunta comisión de delitos de sedición, terrorismo y conspiración.
Se supo que la prisión preventiva le ocasionó un cuadro de depresión severo a la expresidenta Jeanine Áñez. Por ese motivo, habría intentado autolesionarse. Sin embargo el acto no tuvo consecuencias mortales. La excandidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, ha manifestado su solidaridad con la expresidenta interina boliviana, acusando a Evo Morales de atentar contra sus derechos humanos.
Jeanine Áñez y una prisión preventiva sin sentido
La expresidenta interina de Bolivia purga prisión preventiva desde marzo de este año. Se le acusa de supuestamente haber participado en un golpe de Estado contra su predecesor Evo Morales. El 21 de agosto, autoridades bolivianas informaron intentos de autolesión por parte de Áñez. Su defensa legal indicó que ha solicitado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que se otorguen medidas cautelares a favor de la expresidenta. El pedido se sostiene en “amenazas, hostigamientos y agresiones en contra de la vida e integridad personal de la exmandataria».
Dada su condición médica, consecuencia de la depresión que Áñez padece, sus abogados denunciaron «la falta de acceso a un tratamiento médico adecuado (…) para restablecer su estado de salud». Áñez atentó contra su vida por una «depresión severa», debido a su prolongado encarcelamiento, dijo días atrás su hija Carolina Ribera. Asimismo, mujeres políticas de diversas partes del mundo han manifestado su apoyo a la expresidenta interina boliviana.
Áñez, quien es de posición conservadora, se proclamó presidenta interina el 12 de noviembre de 2019. Esta acción tomó lugar después de que el izquierdista Morales renunciara en medio de una fuerte convulsión social. La oposición acusaba a Evo de haber cometido fraude en las elecciones de octubre de ese año para continuar su mandato hasta 2025.
Sobre las acusaciones de fraude, la Organización de los Estados Americanos (OEA) ratificó su denuncia sobre una “manipulación dolosa de datos”, en las elecciones de Bolivia, en beneficio del entonces presidente Evo Morales, quien buscaba una nueva reelección en octubre del 2019. Según indica la OEA, no solo se trataría de una negligencia como había concluido una pericia de investigadores de la universidad española de Salamanca.
A pesar de esto, la Fiscalía boliviana anunció que cerrará el caso y buscará el sobreseimiento de los acusados de fraude electoral. Es necesario acotar que Evo Morales también fue acusado por sus injerencias en el poder judicial de Bolivia. El Tribunal constitucional de dicho país lo facultó para postularse invocando un supuesto derecho humano a la reelección indefinida, argumento que fue refutado por la Corte IDH.
Keiko desde su posición, la oposición y la comparativa
Enterada de los hechos suscitados en Bolivia y la persecución política y judicial que viene sufriendo Jeanine Áñez, Keiko Fujimori, excandidata de Fuerza Popular, señaló vía Twitter que se vienen agrediendo los derechos de Añez por parte del gobierno de Evo Morales y le manifestó su solidaridad.
«La prisión política y el maltrato cruel del régimen de Evo Morales a la expresidenta Jeanine Añez son una violación de sus más elementales derechos humanos y un atentado contra la democracia», escribió. «Mi total solidaridad con ella y su familia en estos momentos de dolor e injusticia», acotó.
Fujimori postuló sin éxito alguno a una tercera elección presidencial. Su rival, Pedro Castillo, le arrebató la presidencia en una reñida contienda sin precedentes. Fuerza Popular logró la segunda mayor cantidad de escaños en este nuevo parlamento. Junto a otros partidos representa nuevamente la oposición frente al oficialismo de Perú Libre.
Los últimos comicios electorales despertaron sospechas de fraude, acusación que recayó en el partido Perú Libre. Ante una solicitud fallida de auditoria por parte de la OEA, Perú Libre se impuso luego de que el Jurado Nacional de Elecciones declarara a Pedro Castillo como ganador de las elecciones tras varias semanas de impugnaciones y nulidades, las cuales en su mayoría fueron declaradas improcedentes por el ente electoral.
Morales fue de los primeros presidentes en manifestar su respaldo a la izquierda peruana. Su injerencia en estas elecciones se dio desde su apoyo a Verónika Mendoza en primera vuelta hasta su presencia en Perú en dos ocasiones. En estas sostuvo reuniones con Vladimir Cerrón, fundador del partido Perú Libre.
Al igual que Áñez, la lideresa de Fuerza Popular asumió dos prisiones preventivas solicitadas por José Domingo Pérez, fiscal del Equipo Especial del Ministerio Público y pool de fiscales encargados de investigar los hechos delictuosos relacionados al caso Lava Jato y coimas de Odebrecht.