Mientras salía del Palacio de la Alvorada este viernes, el presidente Bolsonaro suscitó a la adquisición de armas por parte de la población brasileña. Además, tildó de «idiotas» a quienes reclaman comprar frejoles en tiempos de inflación en el sector alimenticio.
El mandatario exigió que quienes se oponen a la compra de armamento no mortifiquen a los ciudadanos que promulgan la «autodefensa».
«Todo el mundo tiene que comprar un rifle. El pueblo armado jamás será esclavizado. Sé que es caro. Hay algún idiota diciendo: ‘Ah, sólo tienes que comprar frejoles’. Amigo, si no quieres comprar un rifle, no molestes a los que lo hacen».
Jair Bolsonaro, Presidente de Brasil
Compra de armamento en Brasil
Desde que postuló a la presidencia, en el año 2018, el candidato por el Partido Social Liberal (PSL) siempre ha mantenido una postura a favor del libre porte de armas. Bajo su icónica frase: «el pueblo armado jamás será esclavizado», el presidente ha firmado más de 30 actos normativos con el fin de flexibilizar el acceso de los civiles a las armas.
Por ejemplo, en febrero de este año, el presidente publicó un decreto que estipulaba el aumento del límite de armas por ciudadano de 4 a 6 y de 6 a 8 para los policías y agentes de seguridad. Además, incrementó el límite de porte de armas simultáneo de una a dos y permitió la compra ilimitada de municiones en escuelas de tiro.
Sin embargo, tanto el Tribunal Supremo como el Parlamento anularon gran parte de estas medidas. Ambas instituciones son opositoras a la desmedida flexibilización del acceso a armamento en civiles y en sí al mismo presidente.
Según datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública, Brasil superó la marca de 2 millones de armas legales privadas en diciembre de 2020 por efecto de medidas pasadas de Bolsonaro. La cifra implica el porte de un arma por cada 100 ciudadanos brasileños.
Bolsonaro se burla de la inflación brasileña
Durante sus declaraciones respecto a la compra de rifles, el presidente se burló de las quejas del pueblo brasileño sobre la inflación en el sector alimenticio. Asimismo, culpó a los gobiernos regionales de la inflación, al adoptar «políticas de permanencia».
Contrario a estas declaraciones, el conservador expresó anteriormente que, pese a las medidas de restricción a la circulación, el sector alimenticio no había dejado de producir.
De acuerdo con los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la inflación de los alimentos a domicilio se duplicó con creces entre junio y julio, incrementando del 0.33% al 0.78%.
Por otro lado, Bolsonaro señaló durante la transmisión semanal del jueves que el alto precio de los alimentos podría deberse a la revisión del marco temporal de la demarcación de las tierras indígenas en la agenda del Supremo Tribunal Federal (STF). También afirmó que dicha revisión puede generar problemas de producción, abastecimiento y precios de los productos de la agroindustria.