El Gobierno de Venezuela enfrenta, desde 2018, una investigación preliminar por crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, en febrero de 2020, el régimen de Maduro presentó una queja ante la Corte Penal Internacional (CPI). En esta, comparó a las sanciones impuestas por Estados Unidos con los terribles delitos establecidos en el Estatuto de Roma que creó el Tribunal.
Ahora, Caracas presentó un nuevo informe al fiscal general de la Corte, Karim Khan. Según lo informado por la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, este reporte contiene una serie de ‘pruebas’ para sustentar que los castigos económicos de Washington son los verdaderos culpables de la miseria que vive la población.
«Con este informe estamos mostrando el efecto y el daño causado a la población producto de los crímenes que se han cometido por parte del Gobierno de EE.UU y quienes se han sumado a este bloqueo criminal contra Venezuela impactando a su población».
Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela
¿De qué acusan a Estados Unidos?
Para Rodríguez, las medidas norteamericanas han tenido graves efectos en los servicios básicos, la alimentación y la vacunación contra el COVID-19 en su país. La funcionaria señaló que las empresas proveedoras de equipos de bombas y equipos de energía ya no suministran estos bienes «sencillamente porque están bloqueadas».
De igual forma, culpó al bloqueo estadounidense, iniciado en 2014 con una Orden Ejecutiva de Barack Obama, de la reducción de importaciones de alimentos. «Con estas medidas coercitivas unilaterales se sancionó al programa CLAP de producción y distribución de alimentos para el pueblo venezolano, un delito confeso», alegó la vicepresidenta.
Sobre la inmunización contra el coronavirus, responsabilizó a la Casa Blanca de forzar la retirada de «más de la mitad de las transnacionales productoras de medicamentos». En total, informó que unas 15 filiales de empresas farmacéuticas habrían sido afectadas, dificultando el acceso a las necesitadas vacunas. La vicepresidenta describió como una «acción criminal» el «negar los recursos para la atención de la pandemia».
Cabe recordar que, el pasado mes de junio, el representante diplomático estadounidense, James Story, señaló que su país no descartaba donar inmunizantes a Caracas. Sin embargo, pedía al régimen de inspiración chavista garantizar un sistema transparente para el proceso de inoculación.
Venezuela agradece el apoyo de ‘países amigos’
«Gracias al apoyo de China, de Rusia, de Irán, de la India, de Turquía, de Cuba para nosotros afrontar esta situación como un pueblo en unión».
Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela
El último país de la lista enunciada por Rodríguez ha sido uno de los proveedores de vacunas para Venezuela. Durante los últimos días de junio, llegaron las primeras inyecciones del fármaco cubano, Abdala, como parte de un contrato por 12 millones de dosis.
Mientras que el Gobierno calificó el hecho como un «momento histórico», el sector científico mostró preocupación. La Academia de Medicina de Venezuela y la Asociación de Investigadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas calificaron a las vacunas como «productos de poca credibilidad». Esto es debido a la falta de aprobación de la vacuna por parte de revistas médicas, entidades reguladoras y organizaciones internacionales.
Ahora, tras lo presentado por Venezuela, la CPI continuará evaluando el caso y decidirá si Estados Unidos ha incurrido en una violación de su Estatuto. A la par, el Tribunal no detendrá las investigaciones contra el régimen de Nicolás Maduro por el mismo tipo de crímenes de lesa humanidad durante su gestión.